Hosteleros de Ferrol, agrupados en la plataforma Hostaleiros e Autónomos de Ferrolterra –HAF–, han expresado esta mañana sus «dudas» sobre la «legalidad» de algunos de los requisitos que ha establecido la Xunta de Galicia para el sector en la ciudad, tras haber entrado en el nivel alto de restricciones junto a los concellos de As Pontes, Ortigueira y Cariño en la comarca de Ferrolterra.
«Dudamos si somos nosotros quienes los podemos aplicar», han añadido, en referencia sobre todo a la obligatoriedad de pedir un certificado de vacunación o equivalente a los clientes que quieran acceder al interior de los establecimientos. «La intromisión en información de carácter tan personal como los datos sanitarios de una persona o la potestad de un hostelero para verificarlos y comprobar la identidad o veracidad de los mismos», han advertido, «no puede ni debería ser una obligación de la hostelería y la restauración nocturnas».
El colectivo Hostaleiros e Autónomos de Ferrolterra denuncia que las medidas que han entrado este sábado en vigor suponen «un nuevo perjuicio para el sector» y cree que incluso «pueden tener un efecto contrario al esperado, provocando que el ocio se lleve a espacios no seguros yaumentando la interacción social en ámbitos donde no se contempla ningún tipo de medidas higiénico-sanitarias».
Además, HAF considera que las restricciones vuelven a poner en el foco y a criminalizar «al mismo sector, cosa que no se hace en otras actividades con igual o mayor exposición» y recuerda que la acumulación de normas que afectan solo a la hostelería «hace prácticamente inviable el correcto funcionamiento de los establecimientos».
Los hosteleros agrupados en torno a HAF han apuntado que en el momento actual, con más del 70% de la población gallega vacunada y con una presión hospitalaria «que se mantiene estable», «no tiene sentido restringir aún más los espacios donde sí se cumplen las pautas higiénico-sanitarias» y, por ello, apuestan por «todo lo contrario, es decir, «ir levantando las restricciones que permitan una vuelta paulatina a la normalidad».