El alcalde de Ourol (Lugo), José Luís Pajón, ha justificado que algún vecino haya dejado colgada a una oveja muerta en un puente en la carretera LU-540 en la parroquia de Merille. Junto al cuerpo del animal aparecía una pintada en la que se podía leer «peligro lobo».

Para el alcalde, está claro que se trata de un «acto de protesta» y «reivindicativo del trabajo del ganadero» ante los ataques que sufre el ganado por parte del lobo.

Pajón asegura que «este depredador está ocasionando todos los días pérdidas muy importantes a los ganaderos, sobre todo en la sierra de O Xistral». Recuerda que hace un mes, precisamente donde aparecía colgada esa oveja, en Merille, aparecían muertas «cinco ovejas». Asimismo, la semana pasada hubo «siete ovejas que fueron atacadas también cerca de las casas».

«Es una situación que nunca se dio, uno tiene también miedo por la gente mayor y por los niños», ha explicado. El regidor indica que, diariamente, le llegan quejas de la presencia de varias «manadas, de tres o cuatro lobos que se han visto en O Xistral». Pone de ejemplo el ataque a un potro, «que tenía una vecina cerca de casa».

«Los ganaderos no quieren subvenciones, ni que se extermine al lobo, lo que quieren es que haya un equilibro; y como la población del lobo está desequilibrada totalmente y no hay ningún depredador que le haga frente para mermar su población, nos vemos en esa situación», ha subrayado.

Finalmente, el alcalde de Ourol ha criticado la nueva normativa de protección «absoluta» del lobo, pues se queja de que las alegaciones que presentaron en la zona «ni siquiera las contestaron».