Los tres jóvenes detenidos este martes de entre 20 y 25 años, dos varones y una mujer, como presuntos autores de la paliza mortal a Samuel Luiz el pasado domingo de madrugada permanecen en dependencias de la Policía Nacional en A Coruña a la espera de pasar a disposición judicial, previsiblemente este jueves.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes policiales, que han explicado que continúan «los trámites de la investigación» y no se descartan nuevos arrestos.
Los tres detenidos como presuntos autores de la «agresión violenta que acabó con la vida de Samuel Luiz» en la madrugada del sábado al domingo, indicó la Policía, tienen nacionalidad española y son vecinos de A Coruña.
Los arrestos se produjeron «a lo largo de la mañana» y «las primeras horas de la tarde» de este martes, según confirmó el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, tras las tres detenciones.
La investigación «continúa abierta» hasta «el total esclarecimiento de los hechos», tal y como informó la Policía Nacional a través de su Twitter. Precisamente por eso, no se descartan más detenciones «en las próximas horas», insiste este cuerpo.
Los tres jóvenes detenidos hasta la fecha permanecen en los calabozos de Lonzas en A Coruña a la espera de pasar a disposición del Juzgado de Instrucción Número 8 de la ciudad herculina en las próximas horas, previsiblemente este jueves.
IMÁGENES
Han sido las pruebas testificales practicadas en los últimos días y el visionado de imágenes captadas por móviles, cámaras de la Policía Nacional y de entidades privadas situadas en la zona de la agresión, ocurrida en la Avenida de Buenos Aires, las que han permitido identificar a los implicados y realizar las primeras detenciones.
Al menos 15 personas se habían pasado por el cuartel de Lonzas, en A Coruña, para prestar declaración por este crimen. Por ahora, fuentes oficiales no confirman si se trata de una agresión homófoba, algo que se dirimirá la investigación, tal y como insiste la Delegación del Gobierno.
Sin embargo, la amiga de Samuel que se encontraba en el lugar de los hechos denuncia que durante la agresión, si bien se inició por un malentendido con un teléfono móvil –quien le propinó el primer puñetazo pensaba que le estaban grabando–, se produjeron expresiones homófobas.
Además, dos de los testigos presenciales –Marco y Pablo Barrón–, que han comparecido este mismo martes ante la prensa en el lugar de los hechos, han apuntado a un grupo de unos 12 jóvenes como posibles participantes en la paliza.