La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha valorado que los procedimientos de reestructuración de los bancos se estén negociando con los representantes de los trabajadores y ha señalado que la línea correcta de negociación es orientarlos hacia reducir el número de afectados y propiciar las bajas voluntarias.
Así lo ha señalado durante la inauguración del seminario ‘La economía de la pandemia’ organizado por APIE en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, en la que ha participado junto al presidente de BBVA, Carlos Torres.
Calviño ha valorado que los procesos de reestructuración de los bancos se estén realizando de forma negociada con los representantes de los trabajadores, habiendo llegado en algunos casos a un acuerdo, como es el caso de BBVA, y, en otros, aproximándose a él, como en CaixaBank.
«Son procesos tremendamente traumáticos para el conjunto de trabajadores de estas empresas y sus familias, es muy importante y valoro que estén reduciéndose el número de bajas y que se estén orientando hacia las bajas voluntarias. Esa es la línea de diálogo y negociación correcta para abordar estos procesos que siempre son lamentables y negativos», ha señalado.
BBVA ha cerrado recientemente un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 2.725 trabajadores, mientras que CaixaBank se encuentra en el último tramo de negociación para el despido colectivo de 7.400 empleados.
Sobre el ERE de CaixaBank, Calviño ha resaltado que «la voluntad que han expresado los directivos del banco es llegar a un acuerdo». «Confío, por supuesto, en que se siga avanzando en esta misma dirección y se llegue a una solución negociada con los representantes de los trabajadores», ha afirmado.
Por otro lado, la vicepresidenta ha reconocido que el sector bancario está inmerso en un proceso de reestructuración, marcado por la entrada de nuevos competidores y un proceso acelerado de digitalización, que exigen «una transformación ágil» por parte de las entidades financieras.
Sin embargo, cree que «no es positivo» plantear el futuro del sector sobre la base de reducir su tamaño, capacidad, plantilla u oficinas.
«Hay que desarrollar un agenda positiva donde se descubran, exploten y se expandan estas nuevas oportunidades de negocio, porque si queremos que el sector recupere una senda d rentabilidad, necesitamos entidades financieras que tengan una perspectiva también positiva de desarrollo y despliegue de nuevos ámbitos de negocios que sean rentables», ha explicado.
La vicepresidenta ha destacado que las entidades financieras juegan un papel muy importante en las sociedades en las que están presentes y ha apuntado que es «una buena noticia» que el sector esté trabajando en cuestiones como orientaciones que permitan dar más confianza a los ciudadanos respecto a cómo se van a abordar los procesos de reestructuración o cómo se van a reflejar los principios de responsabilidad social corporativa