La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha anunciado este lunes que va a convocar a los agentes sociales para el día 6 de mayo a fin de iniciar la negociación para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 31 de mayo.
Díaz ha subrayado que los ERTE se prorrogarán de nuevo con la premisa de no hacer despidos, como en las anteriores ocasiones, y ha dado a entender que el esquema actual no sufrirá muchas modificaciones dado su buen funcionamiento. «Lo que funciona no se toca. Volver a abrir un debate sobre el mecanismo que queremos, no, lo que funciona, dejémoslo», ha apuntado.
La ministra, en declaraciones a La Sexta recogidas por Europa Press, ha adelantado además que a día de hoy la cifra de trabajadores en ERTE alcanza los 650.000, de los que más de 200.000 son a tiempo parcial y los demás son ERTE de suspensión en sectores «muy tocados» por la crisis, como el turismo y su cadena de valor, la cultura y los transportes.
La vicepresidenta no ha dado una fecha sobre hasta cuándo se prorrogarán los ERTE, pero ha insistido en que, aunque la vacunación va muy bien, este mecanismo «continuará mientras sea necesario». «No cerremos la puerta porque nos podemos equivocar. Yo mando un mensaje de tranquilidad a empresarios y trabajadores, porque van a estar acompañados», ha señalado.
Sobre la reforma del mercado laboral que quiere llevar adelante su Departamento, la ministra ha insistido en que se va a negociar con los agentes sociales y que el debate no está cerrado. Así, por ejemplo, sobre la reducción a tres modalidades de contratos, ha afirmado que «no puede decir» cómo van a quedar esos contratos porque será objeto de negociación con sindicatos y empresarios.
Esta reforma del mercado de trabajo, cuyo objetivo es modernizarlo, está incluida en el Plan de Recuperación del Gobierno de España, que esta misma semana se enviará a Bruselas y cuya acogida por parte de la Comisión ha sido favorable, según Díaz.
Esto es así, ha explicado, porque la reforma laboral que se plantea cumple con el diagnóstico que ha venido haciendo la UE de los «gravísimos problemas» del mercado laboral español: la precariedad y la temporalidad. «LLevamos 42 años con los mismos males (…) Aunque esto no dé réditos electorales, lo vamos a hacer», ha insistido.
«NO ME GUSTA LA PALABRA DEROGAR»
En relación a si dicha reforma incluirá la derogación de la reforma laboral del PP del año 2012, la ministra ha garantizado que el acuerdo del Gobierno de coalición se cumplirá, pero ha indicado que «no le gusta» la palabra derogar, ya que lo que se hará no es suprimir artículos, sino regularlos de manera diferente.
«Yo no puedo dictar una norma por la que derogo la reforma laboral de 2012. Además de imposible, sería incorrecto», ha explicado la vicepresidenta.
Sobre el salario mínimo interprofesional (SMI), cuya subida para 2021 se vio pospuesta, Díaz ha discrepado abiertamente con la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, por no querer subirlo.
«Yo sigo manteniendo una discrepancia, no sólo teórica, sino también económica, respecto a la no subida del SMI (…). Nadia Calviño defendía antes de la pandemia no subir el SMI y sigue defendiendo exactamente lo mismo ahora. Yo creo que es un error cuando son los más necesitados los que se verían reflejados en esa (subida) del SMI», ha apuntado Díaz.
Preguntada por si Calviño le da instrucciones de cara a la negociación de la política laboral, Díaz ha dejado claro que el Ministerio de Trabajo es el que tiene las competencias, el que diseña la hoja de ruta y el que dirige las mesas de negociación. «Por supuesto, todo en el Gobierno lo ponemos después en común, pero las mesas de negociación, las líneas, todo, lo hace el Ministerio de Trabajo y Economía Social», ha precisado.
En relación a la reforma del sistema de pensiones, Díaz ha asegurado que la negociación en la mesa de diálogo social «camina en la dirección correcta» y hay que dejar de trabajar a los agentes sociales y al ministro del ramo, José Luis Escrivá.