El presidente de la Sociedad Gallega de Gerontología y Geriatría, Miguel Ángel Vázquez, ha urgido que la Consellería de Sanidade investigue el impacto de la pandemia en las residencias y ha incidido en la necesidad de incrementar la inversión destinada a las mismas para mejorar la atención.
En una entrevista concedida a RNE, recogida por Europa Press, ha afirmado que era «evitable» el «exceso de mortalidad» registrados en las residencias y ha recordado que la entidad que preside sugirió la realización de un diagnóstico precoz en las mismas dado el alto porcentaje de fallecimientos de este colectivo por coronavirus. De hecho, ha remarcado que la tasa de mortalidad alcanzó el 21% en estos centros a nivel nacional.
Así, ha señalado la importancia que representaba «sacar rápido a los contagiados» para evitar que transmitiesen la enfermedad al resto de los residentes y ha denunciado la actitud «edadista» de la sociedad durante la pandemia, cuando «se limitó el acceso al hospital de las personas mayores» de estos centros en comunidades como Galicia y Madrid.
En esta línea, Miguel Ángel Vázquez ha criticado que los únicos informes emitidos sobre el impacto de la pandemia en las residencias hayan sido elaborados por Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras, lo que ha achacado a que «no hay ninguna voluntad» de analizar lo ocurrido por parte del Gobierno.
Además, ha afirmado que esta recopilación de información también compete a los ejecutivos autonómicos, por lo que ha recordado que la Sociedad Gallega de Gerontología y Geriatría pidió a la Consellería de Sanidade «un esfuerzo investigador» al respecto.
En esta línea, ha lamentado que se desconozca qué factores permitieron que en algunas residencias hubiese casos de covid-19 entre los trabajadores, pero los usuarios no se contagiasen. Así, ha augurado que se realizará una investigación a largo plazo, pero ha advertido de que la demora causará que «seguramente por el camino se pierdan datos».
CONSECUENCIAS DEL CONFINAMIENTO
Asimismo, ha puesto el foco en los «estragos físicos y psíquicos» que conlleva el confinamiento y ha explicado que se han observado incrementos de caídas, cambios metabólicos y estados anímicos depresivos en las personas mayores que han permanecido en esta situación debido a la pandemia.
De cara al futuro, el presidente de la entidad ha incidido en la necesidad de un aumento de la inversión en las residencias para mejorar su integración, así como de la mejora de la coordinación sociosanitaria. A este respecto, ha reprobado que Galicia fuese «prácticamente la única comunidad que no pagó los datos derivados de la crisis a estas instalaciones», cuyos precios bajarán a causa del IPC.
También ha insistido en que «los gastos derivados de atención sanitaria (a usuarios de residencias) le corresponden al Sergas». De este modo, ha señalado que no se debe permitir que los facultativos de Atención Primaria «no conozcan» a los pacientes que tienen asignados debido a que se encuentran en una residencia y se ha preguntado «qué clase de servicio» pueden ofrecer los médicos de este tipo de centros dado que no tienen acceso a la historia clínica de los usuarios.
Por otra parte, el presidente de la Sociedad Gallega de Gerontología y Geriatría ha destacado «la escasa sensibilidad de cara a los mayores» observada en la ciudadanía a nivel nacional y mundial. «Parece que por ser mayores no tienen derecho a vivir un año», ha reprobado.
Así las cosas, ha resaltado que la sociedad «no trabaja bien su futuro», ya que ha recordado que se estima que en las próximas décadas los mayores de 65 años pasarán de representar el 25% al 38% de la población gallega.
Por ello, ha defendido que los espacios deben articularse para que ese colectivo «viva lo mejor posible» y que se debe cambiar la percepción del mismo para suprimir la «microagresión» que representan actitudes de edadismo.