La última Xunta de Goberno del Ayuntamiento de Santiago dio luz verde al inicio del proceso de adjudicación del nuevo contrato de gestión de residuos, limpieza viaria y recogida de basuras de la ciudad, que contará con novedades como un nuevo contenedor, marrón, para el tratamiento individualizado de biorresiduos, o un sistema de sensores de llenado para garantizar que la recogida se produzca, como máximo, cuando los contenedores alcancen el 75% de su capacidad.
Así lo ha explicado la concejala de Medio Ambiente, Mila Castro, en una rueda de prensa para informar de la adjudicación de este servicio, que actualmente se presta en virtud de un contrato formalizado hace 16 años y cuya vigencia –incluida la prórroga– finalizó en marzo de 2020.
En este caso, el contrato, en lugar de en uno, se dividirá en dos lotes –recogida de residuos, mantenimiento de contenedores y limpieza vial por una parte y recogida de papel y cartón por otra– y se dará entrada así a empresas de inserción social o centros especiales de empleo.
BIORRESIDUOS Y SENSORES
Según ha explicado Mila Castro, el nuevo contrato «presta especial atención a la recogida selectiva de biorresiduos», a través de la implantación de un quinto contenedor, de color marrón, y al fomento del compostaje individual y comunitario.
Asimismo, se prevé la incorporación vehículos eco y de cero emisiones y la aplicación de tecnologías para regular la frecuencia de recogida a las necesidades de cada área. Entre ellas, la concejala ha destacado la instalación en los contenedores de sensores para verificar el nivel de llenado y proceder a su vaciado cuando alcance, como máximo, el 75%, evitando así desbordamientos.
En relación a la recogida, «se van a establecer previsiones individualizadas para cada área del ayuntamiento», en función de sus necesidades, y habrá un incremento de zonas con contenedores y nuevas ubicaciones.
La recogida de residuos domésticos en casco histórico será «con puntos de recogida móvil en determinados espacios y determinadas horas», ha dicho Mila Castro.