Expertos en Medicina Preventiva y Epidemiología han advertido de que la eficacia de los cribados poblacionales puede estar en riesgo «si no se afina lo suficiente» y se buscan casos asintomáticos en grupos muy concretos en los que se haya detectado una alta incidencia de COVID-19.

El Sergas está llevando a cabo una estrategia extensiva de cribados, tanto en pequeños municipios con alta incidencia de COVID como en las grandes ciudades, caso de A Coruña, Vigo o Santiago.

En la ciudad olívica se está desarrollando un cribado para el que se prevé citar a 27.000 vigueses (además de otras 5.400 personas de otros municipios del área) y, en las pruebas realizadas el pasado fin de semana, la tasa de positivos fue del 0,13 % (11 casos).

En el caso de A Coruña donde se ha anunciado que se citará a 140.000 personas en próximos días, el porcentaje de positivos detectados en las pruebas realizadas el pasado fin de semana fue del 0,28 % (14 casos), y en Santiago, el porcentaje de casos positivos fue del 0,17 % (11 casos).

Estas cifras resultan llamativas si tenemos en cuenta que A Coruña y Vigo son las ciudades más pobladas de Galicia y, junto con Santiago, son las áreas sanitarias con mayor número de casos de COVID.

CRIBADOS «BIEN DIRIGIDOS»

Los expertos consultados por Europa Press han señalado que «los cribados funcionan bien si están bien dirigidos» y «es muy importante elegir bien la población» para «centrar el foco» y «no disparar al aire».

A ese respecto, el preventivista y profesor Juan Gestal ha puesto como ejemplo un cribado «en un barrio concreto, en un grupo de edad concreto» donde se haya detectado una alta incidencia de COVID, porque «cuanto más se concrete, más eficaz será el sistema». Para ello, ha precisado, hay que «atender a lo que digan los expertos y estudios epidemiológicos».

Por otra parte, Gestal ha señalado que, en la actual situación, con una transmisión del virus «descontrolada» y con la circulación de nuevas variantes, se están dando más casos de enfermos «sintomáticos», que derivan en mayor presión en los hospitales y centros de salud, y puede hacer «menos eficiente» la búsqueda de asintomáticos (objetivo fundamental de los cribados).

Los cribados «demasiado genéricos», que buscan pacientes en franjas muy amplias de edad, sin otro criterio más que su adscripción a un centro de salud, pueden suponer «malgastar los recursos». «La cuestión es acertar en el colectivo, los test de antígenos son utilísimos cuando hay incidencias muy altas en zonas y colectivos muy concretos», ha abundado Juan Gestal.

El portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, Alejandro Conde, ha señalado también que «los cribados son más eficaces cuando se hacen donde hay más prevalencia de la enfermedad» y para ello, han de tenerse en cuenta los diagnósticos ya existentes. «Hay que tener en cuenta que el COVID no es una enfermedad de muy alta prevalencia, como por ejemplo la hipertensión, por eso hay que afinar más la búsqueda de casos», ha añadido, aunque ha señalado que las pruebas voluntarias se están haciendo «en lugares donde se ha detectado más incidencia».

En cualquier caso, hay que tener en cuenta otros factores, que pueden restar eficacia a los cribados, como el hecho de que la información que maneja Saúde Pública sobre la población es «limitada». Por ejemplo, ha indicado Conde, las autoridades no pueden comprobar si las personas adscritas a un centro de salud y con un domicilio asociado a su tarjeta sanitaria viven realmente en ese municipio.

La otra cara de la moneda de los cribados es la tasa de positividad y es que, según han apuntado algunos expertos, una de la consecuencias de realizar pruebas PCR de forma masiva es que, aunque la detección de positivos sea casi testimonial, se reduce la tasa de positividad. En Galicia, la tasa de PCR con resultado positivo ronda actualmente el 7 %, por encima del 5 % establecido por la OMS como límite para considerar la pandemia fuera de control.

BAJA PARTICIPACIÓN

Juan Gestal ha subrayado que, al margen del planteamiento del modelo de cribado, «hay que concienciar» a los ciudadanos para que, una vez citados, participen en esas pruebas, y más habida cuenta de que los niveles de participación en los cribados en Galicia son, salvo excepciones, inferiores al 70 % de las personas convocadas.

Con respecto a esa baja participación, Gestal ha indicado que «los ciudadanos están muy cansados de cómo se está gestionando la pandemia» y algunos de los que han sido citados, precisamente por presentar síntomas y creer que son casos positivos, eluden hacerse las pruebas porque «no quieren que los aislen, o temen dejar de ir a trabajar y perder el empleo». «En todo caso, serán minoría, la mayor parte de la gente que no va es por dejadez y sobre todo hartazgo», ha lamentado.

En la misma línea, el jefe del Servicio de Alertas Epidemiológicas de Pontevedra y especialista en Medicina Preventiva, Miguel Álvarez Deza, ha afirmado que «es conveniente que la población seleccionada acuda a hacerse las pruebas».

Así, ha indicado que, teniendo en cuenta la circulación de la variante británica del COVID, que es «mucho más contagiosa», es «importante detectar a personas infectadas asintomáticas que podrían ser supercontagiadores».

Alejandro Conde, por su parte, ha recordado que, al margen del interés particular de cada uno por saber si está o no contagiado de coronavirus, las personas citadas deben actuar «responsablemente» y saber que, cuanta más participación haya en los cribados, «más fácil será para las autoridades sanitarias hacerse una composición de la situación en cada lugar».

CRIBADOS

El pasado fin de semana el Sergas llevó a cabo miles de pruebas para detectar casos asintomáticos de COVID en Vigo, Santiago y A Coruña. En total, participaron 19.600 personas, de las casi 32.600 que estaban citadas (la participación media fue de poco más del 60 por ciento).

Entre los test realizados en ExpoCoruña, 4.878, dieron resultado positivo 14 personas; en el Instituto Ferial de Vigo, de un total de 8.499 pruebas de antígenos, dieron positivo 11 personas; las mismas que en el recinto ferial de Amio, en Santiago, donde se hicieron las pruebas algo más de 6.200 personas.

Tanto en A Coruña como en Vigo, fueron convocadas para el cribado personas de una amplia franja de edad: entre 18 y 60 años en el caso de la ciudad herculina, y entre 20 y 60 años en el caso de la ciudad olívica. En Santiago, por contra, la búsqueda de casos asintomáticos fue más acotada, y se citó a personas de entre 41 y 45 años de edad.