Las negociaciones entre la Xunta, la Fegamp y las diputaciones para tratar de confeccionar un plan conjunto de apoyo a la hostelería y al turismo para mitigar los efectos de la crisis de la covid se han roto este viernes, tras una semana de conversaciones en las que los principales puntos de discusión fueron las cantidades que pone cada parte y quién gestiona las ayudas.
Hace ahora quince días se reunieron Xunta y representantes de la hostelería gallega para abordar un nuevo paquete de ayudas dadas las nuevas restricciones que les obligan a cerrar los establecimientos para frenar los contagios de coronavirus.
Al término de aquel encuentro ambas partes plantearon un plan conjunto que contase con aportaciones del Gobierno gallego pero también de diputaciones y ayuntamientos. Los responsables de los organismos provinciales con bipartito de PSOE y BNG y la presidencia de la Fegamp, también socialista, mostraron su malestar horas después por no haber sido convocados para consensuar estos apoyos.
Así las cosas, el Cluster Turismo de Galicia, en el que se integran asociaciones de hostelería, mantuvo una ronda de contactos con líderes políticos (incluidos los de la oposición) y para después fijo la primera de estas reuniones a cuatro bandas, con representación del sector, de la Xunta, de las diputaciones y de la federación gallega de municipios y provincias.
En esa primera cita, la de este lunes, el vicepresidente gallego, Alfonso Rueda, planteó una cuantía de 50 millones por parte de la administración autonómica, pero varios portavoces de los entes locales –solo la Diputación de Ourense está presidida por el PP– propusieron que cada una de las partes hiciera un esfuerzo que representase el 1% de sus presupuestos (lo que implicaría unos 111 millones de las arcas autonómicas).
Tras eso, el miércoles, antes de un nuevo encuentro al que se habían convocado las partes ante la falta de acuerdo, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció en el pleno del Parlamento que la cantidad por parte de su Ejecutivo subía a 75 millones, lo que representa un 0,65% de las cuentas gallegas de este año y lo que su Gobierno suma a los 80 millones que ya puso a finales de 2020.
Las diputaciones se mostraron a favor de mantener por su parte la aportación del 1%, lo que suponen unos 5,5 millones de euros, pero todos quedaron en verse de nuevo este viernes, debido a que la Fegamp quería preguntar su parecer a sus representados, también en lo tocante a quién tramitará esos recursos. Las grandes ciudades, según dijo su presidente, sí estaban dispuestas a poner unos 9,4 millones, el 1% de sus cuentas.
Este viernes, en sendos comunicados a la prensa previos a la reunión, la Fegamp dio a conocer una nueva propuesta que la Xunta ha rechazado al tildar de modelo «híbrido».
Con ese modelo, la federación de municipios y provincias insiste en que sean los ayuntamientos los que gestionen las ayudas –el Cluster aboga por que sea la administración autonómica y en una ventanilla única– y apuesta por un fondo adicional del Gobierno gallego para sufragar los apoyos a empresarios de municipios que no puedan aportar al plan conjunto debido a su situación financiera.