La Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Agafac) ha denunciado la subida en las bolsas y lonjas agroalimentarias de las materias primas agrícolas para la alimentación animal desde el pasado septiembre.
Agafac ha señalado que el aumento del precio en estos productos es «especialmente llamativo» en los puertos, principal vía de entrada de sus recursos.
Según ha informado la asociación en un comunicado, los incrementos llegan a los cien euros/tonelada en el caso de la harina de soja, 50 euros/tonelada en el de la colza o 25 euros/tonelada en el caso de la cebada.
La soja, primordial en las formulaciones para vacas de leche e importada en su totalidad, se está pagando a más de 100 euros la tonelada en sus diversos tipos. La colza, el maíz y la cebada están también «muy por encima» de los niveles de hace unas semanas.
FACTORES DE LA SUBIDA
La asociación ha apuntado hacia la producción de soja y maíz como principal factor desencadenante de la subida debido a la revisión a la baja de las existencias mundiales y a una menor producción de la estimada en los principales países exportadores -Estados Unidos, los países del Mar Negro y algunos de la Unión Europea como Francia, Rumanía y Reino Unido-.
La entidad ha resaltado también el papel de los fondos de inversión que, ante «la delicada situación de los stocks globales y las previsiones de una menor producción, realizaron compras masivas de materias primas estratégicas», como maíz, soja y trigo en las bolsas alimentarias.
Otro factor a tener en cuenta es el incremento de la demanda por parte de China. Agafac ha informado sobre la previsión de una importación récord de más de cien millones de toneladas de soja y maíz, cuando la previsión sólo atendía a la compra de siete millones. La asociación ha apuntado a la recuperación del consumo tras la crisis de la Peste Porcina Africana, la recuperación de los stocks perdidos durante los primeros meses de la Covid-19 y el cumplimiento con los acuerdos arancelarios establecidos con la Administración de EE.UU.
Por último, la institución ha subrayado el carácter deficitario de España en cuanto a la producción de cereales para alimentación animal, por lo que es necesario importar alrededor del 50% de materias primas y el 100% en el caso de la soja. «Esta situación provoca la retención de la mercancía por parte de los agricultores nacionales y perjudica así el flujo normal de la oferta», expone.