La reapertura de los centros educativos ha traído consigo un incremento de la actividad comercial, que en Galicia ha quedado situada en ocho puntos porcentuales por encima de la etapa precovid.
Así se desprende del Observatorio Abanca by Ieside, que ha publicado este jueves la sexta entrega de su informe sobre la evolución de la actividad comercial en Galicia que, en esta ocasión, recoge datos del 31 de agosto al 4 de octubre.
Además, en términos interanuales, el gasto de los clientes gallegos de Abanca en la comunidad es ahora dos puntos superior al mismo periodo de 2019. Sin embargo, si se considera también el gasto efectuado por los consumidores gallegos en comercios localizados fuera de Galicia, la actividad es un 3 por ciento inferior a la del pasado año en este momento.
En esta nueva entrega, el documento ofrece por primera vez información sobre el gasto de los turistas extranjeros en Galicia, que se redujo a la mitad en la pasada campaña estival.
Del análisis de los pagos en los terminales punto de venta de Abanca en Galicia, se muestra un descenso del 54 por ciento en el gasto de los turistas extranjeros durante el verano. Esta caída hace que el peso del gasto internacional sobre el total descienda seis puntos, desde el nivel del 16 por ciento de hace un año hasta el 10 por ciento actual. Lugo y A Coruña con las provincias que sufren el mayor impacto.
Además, el informe reafirma las nuevas preferencias de los consumidores en el uso de instrumentos de pago. La tarjeta es el medio más usado (46% de los pagos totales y crecimiento del 10%). El efectivo cayó un 11 por ciento desde el año paso, aunque su uso se estabilizó respecto a agosto, y supone el 38 por ciento de los pagos totales.
ALIMENTACIÓN
La actividad comercial del sector alimentación se mantiene en el periodo analizado por encima de sus niveles de referencia. En relación con la situación anterior a la pandemia, su actividad es de 26 puntos más elevada, mientras que comparado con el mismo periodo del año pasado, el crecimiento es del 31 por ciento.
Lo mismo ocurre con la farmacia, cuyo nivel de gasto es un 24 por ciento superior a los niveles previos a la crisis y un 37 por ciento mayor que en el mismo periodo de 2019.
El comercio minorista se sitúa en niveles superiores a la etapa previa a la crisis, aunque un 3 por ciento por debajo a la de hace un año. El gasto en hogar y bricolaje, que supone el 25 por ciento de las ventas de comercio minorista, sigue siendo el segmento de mayor crecimiento, situándose en el 23 por ciento, por encima de los niveles precovid, y un 18 por ciento con respecto a hace un año.
En el lado opuesto de la balanza se encuentran las piezas de vestir y complementos (-20% con respecto a antes de la pandemia y -21% en comparación a hace un año). Como consecuencia, la moda perdió su liderazgo en el comercio, pasando de suponer el 30 por ciento de las ventas totales a un 23 por ciento.
Las compras multimedia y editorial –electrónica, libros, informática o música– se encuentran en un 55 por ciento, un 2 por ciento por debajo a hace un año aunque superior a la crisis sanitaria. En estética y bienestar el gasto son seis puntos menos que en la etapa precovid y en las compras vinculadas al deporte, cuatro puntos más que antes de la crisis sanitaria y 12 menos que hace un año.
OCIO Y TRANSPORTE
El gasto en ocio y en transporte sigue sin recuperar los niveles anteriores a la crisis sanitaria. El importe a ocio por parte de los gallegos se ha reducido un 29 por ciento, con una caída intensa en la tercera semana de agosto, cuando se aplicaron restricciones al ocio nocturno.
Por encima de restaurantes, hoteles, discotecas y espectáculos, las agencias de viajes son los establecimientos más negativamente afectados, con un descenso de su actividad del 89 por ciento frente al mismo periodo de 2019.
Mientras, la actividad en transporte expresa la misma tónica. Está situada un 28 por ciento por debajo de los niveles precovid y un 29 por ciento respecto al mismo periodo del año 2019.
Estas conclusiones, explica el observatorio, se aplican de manera homogénea y sin «diferencias significativas» a las cuatro provincias gallegas.