La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha asegurado este martes que los próximos días «van a ser decisivos» para el futuro de la fábrica de Alcoa en San Cibrao (Lugo) y ha anunciado que el Gobierno y la Xunta pedirán a la multinacional estadounidense la devolución de todas las ayudas públicas recibidas si no justifican el cumplimiento de la legislación laboral y medioambiental.
En respuesta en el Pleno del Senado a una pregunta del senador por el Grupo Socialista César Alejandro Mogo, Maroto recordó que este mismo lunes el Gobierno envió a Alcoa un requerimiento solicitándole el cumplimiento de los requisitos para recibir las ayudas de CO2 de 2019 y subrayó que se va a «ejercer toda la presión» para que la empresa «cambie su actitud».
La titular de Industria afirmó que todos estos meses de negociación han servido para confirmar que Alcoa solo quiere cerrar la planta y «dejar sin futuro la comarca de A Mariña, algo que el Gobierno «no va a permitir», añadió.
Maroto, que trasladó su apoyo a los trabajadores que acaban de iniciar una huelga indefinida, reiteró que el Ejecutivo sigue trabajando «de forma incansable» en buscar una solución que permita mantener en funcionamiento la fábrica. «Llevamos meses ofreciendo distintas alternativas, pero Alcoa las ha rechazado demostrando la mala fe en todas las negociaciones», subrayó.
Maroto aseguró que Alcoa «siempre ha querido cerrar la fábrica», como confirma la actitud mantenida por la compañía en las negociaciones con Liberty House. «Los hechos la han delatado. Durante estos meses ha utilizado el marco de las negociaciones para ganar tiempo, lavar su imagen y demostrar que estaba haciendo algo, cuando en realidad lo que quería era dejar los plazos para cerrar la planta», destacó.