El comité de empresa de Alcoa en Cervo (Lugo) se ha fijado como objetivo con la huelga indefinida convocada a partir de este domingo 4 de octubre que no salga «ni una gota de aluminio de la fábrica».
En declaraciones a Europa Press, su presidente, José Antonio Zan, ha informado de que este miércoles mantuvieron la primera reunión para negociar los servicios mínimos.
«No se presentó la dirección ni les vimos las caras, es de una falta de principios total», ha criticado, sobre un encuentro que se llevó a cabo por videoconferencia.
En este escenario, la meta que se marca la representación de los trabajadores es que «no se va a vender ni una gota de aluminio», que tratarán de impedir que salga de la planta.
Desde este martes, el comité instaló sendas carpas a las puertas de las instalaciones y avisó de que permanecerán ahí «las 24 horas del día», con personal del comité y representantes también de las empresas auxiliares. Están percibiendo «mucho apoyo por parte de la gente», ha destacado Zan.
Así las cosas, pretenden que la huelga afecte a la salida del producto pero que ni las cubas de electrolisis ni la otra planta paren, para lo que su intención es reducir el personal de la factoría y que «lo que se produce no sale». «Si les vale, bien, y si no también», ha avisado el presidente del comité. «El objetivo es ir contra Alcoa, evitar que saque el dinero de nuestra fábrica», ha incidido.
Este jueves volverán a citarse con la empresa para avanzar en la negociación de las condiciones de la huelga y Zan ha indicado que esperan poder concretar una reunión «urgente» con la Xunta en los próximos días, a la espera de que las administraciones den con una alternativa para evitar que Alcoa, como así lo ha dicho, materialice el despido colectivo en A Mariña.
MÁS DE 15 DÍAS
Para la aplicación de este despido colectivo, la multinacional estadounidense tiene 15 días, si bien José Antonio Zan precisa que todavía los trabajadores pueden «pedir una cautelar».
Además, incide en que «no va a haber trabajador que se suicide» y que acceda a parar las cubas, proceso para el que estima necesario un grupo de entre 40 y 50 personas y un plazo de unos 120 días.