Investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela han conseguido dar un nuevo impulso en la catálisis artificial de células vivas, aplicando una metodología basada en la catálisis con rutenio para lograr la reacción química más compleja desarrollada hasta el momento dentro de una célula viva.
Según ha informado la institución académica, este descubrimiento abre un abanico de posibilidades en campos como la biología sintética o la biomedicina, porque se han usado reacciones catalíticas que no existen en la naturaleza, como las de cicloadición.
Así, según ha señalado el director del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares, José Luis Mascareñas, mediante este método pueden prepararse un tipo de moléculas, las antraquinonas, que están presentes en plantas y otros organismos, pero no en los mamíferos. Usando esta tecnología los mamíferos sí podrían producir ese tipo de moléculas.
La reacción de cicloadición se realiza de forma común en laboratorios, pero no está presente en los procesos metabólicos naturales.
El grupo de investigación dirigido por el catedrático Mascareñas lleva tiempo trabajando en el diseño de catalizadores artificales (distintos a las enzimas) que sean capaces de inducir transformaciones químicas en organismos vivos. Esta investigación también permite conocer hasta qué punto se puede «estresar» a los sistemas vivos para generar metabolismos artificiales sin que haya efectos citológicos.
Este estudio, que abre la posibilidad de sintetizar moléculas artificales de estructura compleja en sistemas vivos, ha sido realizado por el estudiante de doctorado Joan Migueal Ávila y por la investigadora joven María Tomás-Gamasa, y ha sido reconocido por la revista ‘Angewande Chemie’, una prestigiosa publicación del ámbito de la Química.