El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha afirmado este jueves que los parlamentarios autonómicos aprobaron la ley del Área Metropolitana (la modificación del 2016, aprobada por unanimidad) «engañados» por Feijóo y por la Xunta, que introdujeron en el texto una cláusula de «imposible cumplimiento», al condicionar la puesta en marcha del ente metropolitano a la entrada del Ayuntamiento de Vigo en un plan de transporte «que no existe».
Así lo ha trasladado el regidor en una comparecencia de prensa en la que ha analizado la sentencia del Contencioso Administrativo 1 de Vigo, en la que se declara nula la puesta en marcha del Área Metropolitana, y en la que, no obstante, se valida la celebración de la asamblea constituyente del 1 de diciembre de 2016 y la elección de Abel Caballero como presidente del organismo supramunicipal.
Según ha señalado Abel Caballero, en la sentencia el juez pone de manifiesto que el plan de transporte metropolitano de la Xunta no existe «ni como disposición ni como acto administrativo» y, por tanto, entiende el alcalde, era «imposible» que se pudiera cumplir la condición de integrarse en ese plan para poner en marcha el Área. «La ley tenía trampa, fue un engaño masivo, son unos trileros», ha proclamado.
Cuestionado acerca de por qué no se presentaron enmiendas al respecto o se pidió retirar esa condición del texto, el alcalde ha afirmado que el PP «abusó de la buena fe de los parlamentarios» y «los engañó». Asimismo, se ha desmarcado del voto favorable del grupo socialista en ese momento: «Vigo no votó esto. Yo no soy el PSOE, soy el alcalde de Vigo (…), yo no lo hubiera votado de ningún modo, pero no entro en lo que pasa en el Parlamento».
Sin embargo, cuando la ley reformada obtuvo el visto bueno de la Cámara, Caballero (que asistió al debate y a la votación desde la tribuna de invitados) no solo la aplaudió, sino que proclamó que ese 12 de julio de 2106 era «uno de los grandes días de Galicia».
En la rueda de prensa de este jueves, el regidor ha señalado que el Ayuntamiento denunció en su día que el plan de transporte metropolitano no existe. En efecto, ese argumento fue uno de los que esgrimieron los representantes jurídicos de la administración municipal, en julio de 2017, cuando presentaron las alegaciones al recurso contencioso interpuesto por la Xunta.
ÁREA «MUERTA» SI NO SE CAMBIA LA LEY
En todo caso, el alcalde ha insistido en que el Área Metropolitana está «muerta» mientras no se modifique la ley, una ley que «Feijóo hizo mal adrede». A su juicio, si la Xunta quiere que el ente se ponga en marcha «lo tiene muy fácil, quitando ese artículo de la ley». No obstante, ha advertido de que «nunca» aceptará la condición de que el ayuntamiento olívico «pague los buses a los de fuera».
Abel Caballero ha dado por hecho que no habrá Área Metropolitana de Vigo mientras Feijóo gobierne en Galicia, y ha señalado que, cuando el líder del PPdeG «no esté», él seguirá como alcalde y entonces sí se podrá poner en marcha.
El regidor olívico ha insistido en que el Área no ha salido adelante porque Feijóo nunca ha tenido la voluntad de que así fuera y porque «tiene pánico» a un Área gobernada por el alcalde de Vigo. Por eso, ha insistido, «la reventó», primero alentando una «asonada» y «ordenando» a los representantes del PP que abandonaran la asamblea constituyente y, después, presentando el contencioso.
«ASONADA» DE UNOS «DESERTORES»
Por otra parte, Abel Caballero también ha puesto el énfasis en el hecho de que el juez haya declarado válida la constitución de la Asamblea Metropolitana y su elección como presidente del Área, en un «duro varapalo a Feijóo».
A ese respecto, ha señalado que el líder de los populares «ordenó por teléfono montar el show» para que los ediles de su partido abandonaran la asamblea del 1 de diciembre, escenificando una «ignonimia» y una «asonada». Según el alcalde, los representantes del PP fueron «unos desertores» que quisieron «reventar un acto democrático».
La reforma de la ley del Área Metropolitana se aprobó días después de que el Ayuntamiento de Vigo y la concesionaria del bus urbano firmasen un convenio con la Xunta para la adhesión de la ciudad al modelo de transporte metropolitano. Dicho convenio nunca se llegó a materializar (de hecho, el gobierno vigués lo denunció al año siguiente) y, precisamente, el juez señala que la firma de ese convenio se erigió como condición necesaria, pero no suficiente (había que avanzar en adaptaciones técnicas y otras cuestiones) para entender cumplimentado el compromiso de integración en ese plan de transportes.
Por ello, al no haberse producido esa integración efectiva, condición previa a la puesta en marcha del Área, declaró nula esa puesta en funcionamiento y los actos posteriores a la asamblea, como la constitución de la Junta de Gobierno del Área y las reuniones de este órgano.