La edad media de los contagiados es la principal variable que ha llevado a los expertos a recomendar medidas de restricción en Ourense, donde uno de cada cuatro enfermos tiene más de 65 años. Además, la mitad de los 602 casos activos de COVID-19 que tiene la provincia, 301, se concentran en el Ayuntamiento capitalino, que tiene instauradas medidas especiales.
Según recoge el informe sobre la situación epidemiológica de Ourense, de acuerdo con lo también planteado por el comité clínico, es necesario «intensificar las medidas de prevención» en el Ayuntamiento de Ourense, que agrupa la mitad de los casos activos.
Asimismo, destaca que la media de edad de las personas afectadas en esta provincia «es superior a la del resto de Galicia», lo que convierte su situación en «de alto riesgo». En concreto, del total de casos del área sanitaria, casi el 25% tiene más de 65 años y el 15% superan los 80.
Por otra parte, los expertos señalan como factores de riesgo la movilidad y los vínculos familiares de un amplio sector de población de la ciudad y de sus zonas periurbanas, con ayuntamientos y localidades del resto de la provincia que tienen pocos habitantes y de edades avanzadas, lo que supone un riesgo añadido.
Las autoridades sanitarias han pedido el compromiso de la ciudadanía para llevar al terreno privado las medidas de protección, limitando al máximo los contactos sociales y familiares.
Desde que comenzó el repunte de casos, el origen más habitual de los brotes en esta provincia han sido las reuniones familiares y de amigos, y celebraciones como bautizos, cumpleaños o comidas, así como focos ligados a la hostelería.