La Residencia de mayores de San Rosendo, en el municipio de O Incio (Lugo), que permanece intervenida por la Xunta de Galicia, no se plantea el «cierre» tras registrar un brote de COVID-19 que afecta a 87 residentes y 26 trabajadores –113 casos–.
Los datos actualizados este miércoles suponen que casi uno de cada tres mayores está infectado de COVID-19 en esta residencia, además del personal que atiende a los usuarios, que suman otros 18 que se incorporan a los otros ocho infectados de anteriores pruebas.
Pese a esta situación «extrema», fuentes de la residencia han apuntado que no piensan en el «cierre» y que seguirán atendiendo a los mayores, en un municipio que destacan que está «muy envejecido».
En esta residencia se trabaja con dos equipos de profesionales, unos que atienden a los positivos y el resto que se dedica a los no contagiados, que son 30, de los entorno a 120 residentes.
Además desde que se ha detectado el primer positivo por COVID-19, se ha contratado a 14 nuevos trabajadores, «muchos de ellos voluntarios de Ourense y Lugo», han destacado las mismas fuentes.
Estas mismas fuentes señalan que se ha acondicionado el centro, ubicando en la primera planta a los usuarios contagiados y en la segunda planta se sitúan a los negativos.
Asimismo, estas mismas fuentes han puntualizado que los mayores confinados no «están graves», al tiempo que se pone de manifiesto que en el centro se están «siguiendo los protocolos».
El de O Incio es en la actualidad uno de los municipios más afectados por el COVID-19 donde hasta el alcalde, Héctor Corujo, se encuentra «confinado», según han apuntado fuentes del Ayuntamiento.