Afundación, la Obra Social de Abanca, prepara para el próximo otoño el proyecto expositivo ‘Galicia en vilo’, que ofrece la mirada de los fotógrafos profesionales gallegos sobre la pandemia sanitaria.
La muestra podrá visitarse en la Sede Afundación de A Coruña, ha informado la entidad. Con el objetivo de documentar el «extraordinario momento histórico» que se vive, han indicado las mismas fuentes, el proyecto de la Obra Social de Abanca, coordinado por el periodista gráfico Miguel Riopa, «abordará desde la mirada profesional y personal de los fotógrafos que participan en el proyecto, distintos aspectos del tiempo de confinamiento y de sus repercusiones en todos los ámbitos».
«Las nuevas relaciones, los nuevos modos de trabajar, de aprender, de comprar, de hacer deporte, de jugar, y las grandes imágenes que retratan la crisis sanitaria, componen un retrato histórico que quiere ser también un reconocimiento a la labor, sacrificio y entrega de todos los equipos sanitarios, así como de todos los colectivos de trabajadores y trabajadoras que han estado en la primera línea de la lucha contra la pandemia», han explicado por parte de la organización.
La entidad internacional Museums Association ha publicado una declaración que detalla cómo se debe abordar la recopilación y divulgación de material documental de la Covid-19, enfatizando la importancia de hacerlo con «sensibilidad y respeto», han añadido.
Estos conceptos serán la base ética de esta exposición, que nace, han destacado, «como una respuesta de Afundación dentro de su compromiso con la sociedad gallega». En palabras del coordinador de la muestra: «La información se construye con imágenes. También la memoria. Las imágenes de aquello que nunca pudimos ver porque estábamos confinados: las calles eran un mundo solitario, ajeno, desconcertante y durante cerca de dos meses, vimos lo que pasaba a través de la mirada de los fotoperiodistas».
«Nos contaron el silencio de las calles, la actividad frenética del personal sanitario peleando con un virus del que apenas sabíamos nada. Fueron esenciales. La mirada de un fotógrafo ve por la nuestra», añade Miguel Riopa.