El sector turístico gallego afronta el mes de agosto con unas previsiones «algo más halagüeñas» que las de julio, con ocupaciones que se pueden mover en la horquilla del 50% a 70%, aunque con la vista puesta en la evolución epidemiológica de la COVID-19, ya que, advierten, «la amenaza de los rebrotes puede dar al traste con las reservas».
Según los datos proporcionados por el Clúster Turismo de Galicia a Europa Press, áreas como Sanxenxo afrontan agosto con la previsión de alcanzar entre el 60% y el 70% de ocupación, mientras que Vigo inicia el mes con una ocupación en torno al 50%, que espera incrementar.
Santiago de Compostela, por su parte, que marcó mínimos para un mes de julio este año, baraja una horquilla de entre el 22% y el 28%, que podría subir hasta el 30% de ocupación.
Al igual que sucedió en julio, las urbes alcanzarían cifras más modestas, mientras que la ocupación es más destacada en zonas de costa y áreas rurales. Por ejemplo, en la provincia de Lugo, el sector espera un 35% de ocupación para Lugo centro, pero de un 55% para A Mariña y de un 85% para la montaña lucense y para la Ribeira Sacra. En la Costa da Morte, la ocupación será de entre el 40 y el 60%.
UN MES DE JULIO «POSITIVO»
De forma global, el sector considera que julio «ha sido algo más positivo de lo que cabría esperar» según las previsiones iniciales, especialmente «en territorios de cota y zonas rurales», en los que la ocupación ha rondado el 50%, más elevada en determinados alojamientos. También áreas como la Costa da Morte o la Ribeira Sacra han cerrado el séptimo mes del año con una ocupación media del 67%.
Los más elegidos han sido las casas rurales, los pequeños hoteles y los apartamentos turísticos. En la otra cara de la moneda, los más afectados por la crisis de la COVID-19 han sido los albergues, que han acusado de forma importante la poca presencia de peregrinos en relación a otros años.
Tampoco ha tenido buenos resultados el turismo urbano, especialmente en el caso de Santiago de Compostela, que, según los datos del Clúster de Turismo, ha marcado «una ocupación históricamente baja», con una media del 13 por ciento, llegando al 25 por ciento en los días del Apóstol.
El Clúster Turismo de Galicia, sin embargo, hace hincapié en que las cifras deben relacionarse con la apertura de establecimientos hoteleros, que «ha sido dispar». Mientras algunas áreas, como Sanxenxo o Rías Baixas han tenido operativas prácticamente el 100 por cien de sus plazas, otros territorios, como Santiago de Compostela, aún mantienen en torno al 30% de alojamientos cerrados.