La Confederación Galega de ANPAs de Centros Públicos, Confapa Galicia, ha criticado que la Xunta no cuente con la participación de las familias en la elaboración del Protocolo de Adaptación al contexto de la COVID-19 en los centros de enseñanza no universitaria de Galicia.
En un comunicado remitido a los medios, esta entidad censura que la Administración redacte un protocolo sin la participación de los representantes de las familias. «Constituye una muestra del peor ejemplo de despotismo ilustrado», consideran.
Asimismo, sostienen que el texto incorpora medidas «asombrosas» que provocan «el más absoluto rechazo» como la de establecer grupos estables de hasta 25 alumnos por aula sin que tengan que mantener «ninguna medida interna de seguridad». Una decisión que, según indica, no tiene en cuenta «desdoblameintos de aula en el caso de más de 25 alumnos» ni cuáles serán las posibilidades de utilización de las instalaciones o servicios fuera de cada clase aislada.
Además, Confapa apunta que «un leve reconocimiento de la realidad de la infraestructura física de los centros educativos» permite constatar la imposibilidad de establecer «entradas y salidas diferenciadas» para los alumnos de los grupos «no burbuja», así como la «inoperatividad de establecer turnos de entrada y salida que se harían interminables» dado el volumen de escolares.
Entre otras cuestiones, la entidad también censura que el servicio de comedor vaya a quedar «restringido» a muy pocos de los usuarios actuales y crítica que se establezcan criterios de preferencia de uso. Además, denuncia que no se prevé ninguna medida de refuerzo sobre el número de profesorado para el desdoble de aulas.
«Ante esta situación demandamos de la Consellería, una vez más, la necesidad de una interlocución inmediata y negociación de estas medidas», señala Confapa, que exige su presencia en la mesa sectorial que tendrá lugar el jueves para analizar este texto.
BORRADOR
Algunas de las cuestiones que recoge el borrador de protocolo pasan por que los alumnos mayores mantengan una distancia mínima de un metro mientras estén sentados en el aula y de 1,5 en el exterior, así como usar mascarilla fuera de clase. Sin embargo, incluye una posibilidad para los niños de Infantil y Primaria, que podrán «socializar sin mantener la distancia de seguridad» si se crean «grupos de convivencia» estable de hasta 25 escolares.
En lo relativo a principios sanitarios básicos, el protocolo acordado por las consellerías de Educación y Sanidade, establece que cada centro deberá contar con un equipo específico formado en COVID-19, con una persona coordinadora de referencia, así como un centro de salud de referencia para contactar en caso de dudas.
Cada día, tanto el personal docente y no docente como el alumnado, deberá realizar un auto diagnóstico sobre síntomas de alerta o posibles contactos, y, si se tiene algún indicio de contagio, deberá darse alerta al centro de salud correspondiente. Mientras tanto, cada centro tendrá un lugar específico para aislar de forma individual al alumnado o profesorado que presente síntomas mientras se gestiona su traslado.
UN METRO DE DISTANCIA
De forma genérica, los alumnos deberán permanecer en el aula sentados a una distancia mínima de un metro, con las mesas en la misma dirección, según lo establecido por la OMS. En esta situación, no tendrán que usar mascarilla.
En caso de que la distancia no pudiera asegurarse, el protocolo establece que se retire todo el mobiliario posible para separar las mesas y, en el último caso, se inste a usar mascarilla durante el horario lectivo.
Por otra parte, tanto los miembros de la comunidad educativa como los alumnos, salvo algunas excepciones, tendrán que usar mascarilla fuera de las aulas, y mantener una distancia mínima de 1,5 metros. El protocolo hace especial hincapié en que los profesores usen mascarilla como elemento «ejemplarizante» y determina que se establezcan, en la medida de lo posible, zonas de entrada y salida diferenciadas, salidas de las aulas escalonadas o direcciones de circulación en los pasillos. Sin embargo, se desaconseja el uso de guantes.
GRUPOS DE CONVIVENCIA EN INFANTIL
A las medidas de distanciamiento habrá una excepción, según recoge el protocolo propuesto por la Xunta, que da la posibilidad a los centros de crear «grupos de convivencia estable» en las etapas de Infantil y Educación Primaria de hasta un máximo de 25 alumnos.
Estos grupos, que serán permanentes y contarán con un tutor responsable, «podrán socializar y jugar entre si sin tener que mantener la distancia interpersonal de forma estricta», aunque «evitarán la interacción con otros grupos del centro educativo».
RECREOS E HIGIENE EN EL AULA
Excepto para los alumnos más jóvenes, el documento establece el uso obligatorio de mascarilla en los recreos. Además, de ser posible, se establecerán turnos para descansos escalonados, evitando grandes afluencias.
De forma genérica, los espacios deberán garantizar una distancia de, al menos, 1,5 metros en grupos de 50 alumnos, para lo que el protocolo permite a los centros optar por recreos más cortos o, incluso, recreos en el aula. En el suelo se instalarán marcas para recordar la distancia de seguridad.
COMEDOR Y TRANSPORTE
El uso del comedor quedará limitado a la capacidad suficiente para que el alumnado esté separado por 1,5 metros o un metro si no están uno frente a otro. Para aumentar la capacidad, podrán hacerse varios turnos y se intentará que los escolares se sienten agrupados por aulas, para mantener la continuidad de grupo.
En el caso del transporte escolar, el aforo de los vehículos será el determinado en cada caso por el órgano competente. Inicialmente, podrán emplearse todas las plazas, siempre con uso de mascarilla.
El aforo a las bibliotecas quedará reducido al 50% de su capacidad y se mantendrán las mismas normas que en el resto de las aulas. Habrá préstamo de libros, pero tendrán que ponerse en cuarentena durante 24 horas tras su devolución.
GESTIÓN DE LOS BROTES
Dentro de este protocolo también se establecen indicaciones para la gestión de los brotes, que pasan porque todas las personas que tengan síntomas sean aisladas cuanto antes en un espacio individual y se dé información a las autoridades sanitarias.
Si se produce un positivo, esto podrá suponer el cierre temporal de todo el aula, mientras que si se detecta un brote (al menos tres casos en siete días), el protocolo plantea el cierre de todo el nivel educativo o, incuso, de todo el centro, si así lo aconsejan los expertos. Los centros que se cierren deberán volver después a su actividad de forma paulatina por fases.
Cada centro deberá elaborar un plan de adaptación a la situación actual específico, así como un plan de contingencia si se detectan casos.