La Fundación Franz Weber interpondrá denuncias administrativas contra Vox por «contaminación ambiental y animal», tras la colocación este jueves de miles de globos de color verde en diferentes localizaciones de Galicia «sin permiso alguno».
En concreto, la formación repartió por numerosas localidades de la Comunidad globos con el lema ‘Galicia é verde’, coincidiendo con la presencia de su presidente, Santiago Abascal, en un acto de partido en Mos (Pontevedra) para presentar las candidaturas a las elecciones gallegas del 12 de julio.
Así, este viernes el colectivo ecologista Fundación Franz Weber avanza que denunciarán a Vox ante la Xunta y ante la Delegación del Gobierno en Galicia por carecer de «permiso alguno» y posibilitar «una nociva contaminación del medio natural».
Esta ONG subraya que municipios como A Coruña disponen de ordenanzas que prohíben la colocación de elementos publicitarios sin permiso y que el propio Ayuntamiento calificó el acto como «vandalismo», a lo que suma el «terrible impacto que su principal componente, el plástico, tiene sobre los animales, en especial la fauna marina».
UNA «FALSA» DEFENSA DEL SECTOR PRIMARIO
Además, la Fundación Franz Weber califica de «falsa» la defensa que pretendió hacer Vox del sector primario mientras «siembra el mar de cientos de elementos de plástico que pueden ser ingeridos accidentalmente por animales marinos y por aves, provocando la muerte de los mismos por asfixia o intoxicación».
«El analfabetismo ambiental de Vox es sorprendente, sus cerebros todavía no consiguen entender que mermar la biodiversidad es derrumbar nuestro único seguro de vida en este planeta», manifiesta el director de este colectivo, Leonardo Anselmi.
«Cuando hablan de ‘Galicia é verde’ en realidad se refieren a proposiciones como las presentadas en el Congreso para fomentar la retransmisión de corridas de toros en el circuito de RTVE, a reclamar subvenciones para el ‘lobby’ taurino empleando la pandemia como excusa o a defender que la caza fuera una actividad esencial equiparable a la apertura de farmacias o tiendas de comestibles», sentencia el ecologista.