Un conductor de una furgoneta ha sido identificado en el marco de un control de la Guardia Civil en la N-120, a la altura del kilómetro 564, tras saltarse las medidas de confinamiento. El hombre viajaba con una botella de cerveza en la mano cuando fue interceptado.
Concretamente, los agentes dieron el alto al vehículo sobre las 17.30 horas de este domingo para verificar el motivo del desplazamiento efectuado por el conductor.
De este modo percibieron que el conductor portaba una botella de cerveza, por lo que decidieron someterle a la prueba de alcoholemia. Así, arrojó una tasa de 0.37 mlg/L en aire espirado.
Además, los agentes percibieron signos «sensibles vinculados al consumo de sustancias estupefacientes», por lo que también se sometió al conductor al test indiciario, que dio positivo en consumo reciente de cocaína, a falta de confirmación por el laboratorio.
Según ha informado la Guardia Civil, los hechos constituyen dos infracciones «muy graves» de circulación, que pueden acarrear sanciones de entre 500 y 1.000 euros, respectivamente, y una detracción de diez puntos del permiso.
Además, el vehículo viajaba con neumáticos en «mal estado», ya que carecían de las mínimas condiciones exigidas para sus bandas de rodaduras, motivo por el que se llevó a cabo también una denuncia.