Centenares de personas, más de 200, se han concentrado en el Obelisco, en A Coruña, para reclamar «justicia para Diego», lema de la convocatoria y demanda hecha de nuevo por los familiares y amigos del joven abatido por la Policía en Filipinas el pasado mes de enero.
Durante la concentración, los asistentes han coreado en varias ocasiones el lema de la concentración, el de «justicia» para el joven coruñés, además de «Estado filipino, corrupto y asesino». En ella, se ha procedido también a la lectura de un manifiesto y de una carta escrita por la familia.
Antes, en declaraciones a Europa Press, el hermano de Diego Bello, Bruno Bello, ha asegurado que esperan que España les «ayude a que se haga justicia». «Sabemos que será un proceso muy largo», ha admitido Bruno, quien ha destacado el apoyo a la familia en estos momentos, transmitido en la concentración con numerosos aplausos.
CRITICAS A LA VERSIÓN POLICIAL
En su carta, leída por el hermano de Diego Bello, la familia señala que «solo alguien lo suficientemente estúpido puede creerse» la versión dada por la Policía filipina, de la que aseguran que «a día de hoy no consta que haya aportado ninguna prueba que sostenga la calificación de traficante de drogas número uno de la región como así califica el atestado policial» a Diego.
El mismo argumento expresan para rechazar que el joven coruñés llevase un arma. Por otra parte, cuestionan la legislación filipina «por la cual la Policía ha matado a cerca de 7.000 personas en tres años, una cifra que organismos internacionales,como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, eleva a 30.000 muertos, sin que en ningún caso se hicieran investigaciones posteriores».
En base a ello, sostienen que su familiar «fue asesinado por la Policía Nacional de Filipinas a sangre fría, por encargo y pretendiendo manchar el buen nombre de Diego».
«ASUNTO DE ESTADO»
Por otra parte, agradecen las gestiones del Gobierno para esclarecer el caso y piden a las autoridades que «nunca dejen de pelear por Diego». «No pararemos hasta que su nombre sea limpiado de toda duda sobre su honorabilidad», ha remarcado Bruno Bello en la lectura del escrito.
Mientras, desde la plataforma ‘Justicia para Diego’, han reclamado que se aborde «el asesinato de Diego como un asunto de Estado» y han solicitado también la ayuda de otros organismos internacionales «para aplicar las sanciones correspondientes a Filipinas».
La muerte de Diego Bello se produjo en una operación en su domicilio en la localidad de General Luna, en Siargao. La Policía, que lo consideraba sospechoso de tráfico de drogas, lo mató en un tiroteo registrado en el sur del archipiélago filipino. Sin embargo, desde el primer momento la familia y sus amigos han rechazado cualquier vinculación del joven coruñés con el tráfico de estupefacientes.