La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo abordará la próxima semana el caso de un hombre que está acusado de quebrantar una orden de alejamiento de su expareja y que, además de acosarla en su puesto de trabajo, llegó a entrar en el domicilio que ella compartía con su hijo menor en Foz, robar, provocar daños y atentar contra su vida.
El acusado, LM.S.V., mantuvo una relación sentimental y de convivencia con la víctima, MS.D.L., que tenía su domicilio habitual en el municipio de Foz. El hombre nunca llegó a aceptar la ruptura de la pareja y, desde ese instante, empezó a controlarla y a acudir a los lugares que ella frecuentaba en su rutina diaria, pasando incluso por su centro de trabajo, y se vio obligada a cambiar de conducta y de hábitos.
La mujer empezó a pedirle a una compañera de trabajo que le acompañase y avisó varias a la Guardia Civil de que su expareja se acercaba a ella con asiduidad. La situación llegó a tal punto que empezó a no llevar su vehículo al trabajo para evitar que él supiese dónde estaba.
A pesar de la orden de alejamiento y de comunicarse con ella, el acusado fue condenado en 2017 con sentencia firme por un delito de quebrantamiento de condena, y se dictó otra sentencia posterior en 2018 en la que se reconocía los insultos y las amenazas que él le decía, en un primer momento de forma esporádica y posteriormente de manera habitual.
Según el escrito de la Fiscalía, el acusado llegó a romper el cristal del portal del domicilio y provocar daños en el mismo, además de sustraer diversos objetos propiedad de la mujer. Asimismo, abrió los cuatro fogones de la cocina y las bombonas de gas, el calentador y la estufa, que ella había dejado previamente cerradas, con pleno conocimiento de que sus acciones producirían la muerte de ella y de su hijo.
FUERTE OLOR A GAS
Afortunadamente, al llegar a su domicilio esa madrugada, la mujer percibió un fuerte olor a gas, cerró la bombona y los fogones y dio aviso a la Guardia Civil de la situación. A pesar de ello, existía «una alta probabilidad de explosión» o de producir «deficiencia de oxígeno en al sangre, células y tejidos» por la alta concentración.
El acusado regresó al lugar de los hechos y, al ver a la víctima en el exterior esperando por la Guardia Civil, con ánimo de atemorizarla.
El presunto autor está acusado de delitos de robo en casa habitada, de asesinato en grado de tentativa y quebrantamiento de medida cautelar, la orden de alejamiento, por los que se enfrenta a una pena de 30 años de prisión y a la prohibición de residir y acudir al municipio de Foz durante 17 años, entre otras. El juicio se celebrará entre el 12 y 13 de febrero a las 10,00 horas.