La Fuerza Aérea de Portugal ha publicado un informe en el que detalla el accidente, en junio del año pasado, en el que murió el piloto gallego Manuel Rey Cordeiro, de 62 años. El documento incide en que el aviador efectuó los procedimientos «adecuados» para abrir el paracaídas manualmente, pero que aquel día no tenía accionado un sistema de apertura automática del aparato.
En concreto, el expediente luso menciona un sistema llamado «línea de vida», que los autores del informe explican como una conexión física entre la aeronave y el paracaídas que permite su accionamiento automático, «sin intervención del piloto».
Por ello, tras analizar imágenes y el propio espacio del accidente, los investigadores apuntan que el uso de la «línea de vida» en vez de la apertura manual, posibilitaría que el paracaídas se abriese «cerca de 1,1 segundos antes, a una altura superior de 45 metros».
Para los investigadores, esto incrementaría la probabilidad de «apertura total del paracaídas» y posible supervivencia de Manuel Rey.
«Efectivamente, en la análisis del local de la caída, se encontró el paracaídas completamente extraído, pero sin evidencias de su apertura», subraya el documento.
Además, la investigación del Gabinete de Investigaciones de Accidentes Aéreos y Ferroviarios (GPIAAF) de la Fuerza Aérea lusa afirma que el paracaídas de Manuel Rey «no estaba equipado con este tipo de mecanismo», solamente el de «apertura manual».
Por ello, se subraya en el documento que al llegar al local del accidente, los equipos de rescate encontraron a Manuel Rey atado a los cordones del paracaídas, y ya sin vida.
SIN CAUSAS MATERIALES
Con todo, a lo largo de sus 82 páginas el expediente apunta que no hubo fallos materiales en el avión y atribuye el accidente a un choque mientras que Manuel Rey intentaba retomar una formación de vuelo.
El aviador gallego y otros cinco pilotos participaban en una presentación el día 3 de junio de 2024, en la Base Aérea número 11, en la ciudad de Beja, cuando se estrelló tras una colisión en el aire.
El vigués formaba parte del grupo acrobático Yakstars, compuesto por seis pilotos, cuatro españoles y dos portugueses. Uno de los portugueses, incluso, resultó herido en el accidente.
ACCIDENTE EN LA PENÚLTIMA MANIOBRA
Según traslada el informe del GPIAAF, la presentación de Manuel Rey y los demás pilotos se desarrollaba «sin anomalías» hasta la penúltima maniobra, denominada de ‘Yaker Pass’.
El informe describe que el piloto gallego, en la aeronave YAK-04, chocó contra el compañero del avión YAK-03 y consecuentemente su aeronave sufrió «daños catastróficos».
En cualquer caso, el informe detalla que «no se conocían antecedentes» de enfermedades que pudiese sufrir Manuel Rey y que los exámenes toxicológicos no apuntaran a «alteraciones relevantes» que indiquen el uso de medicamentos».
Además, se especifica que la causa de la muerte del aviador gallego fue politraumetismo, o sea, un conjunto de lesiones graves.