Un incendio en el transformador eléctrico de un edificio de Pontedeume (A Coruña), que ya había ardido con anterioridad, ha obligado a desalojar durante un día entero a sus vecinos por posibles daños a elementos estructurales del inmueble y consecuentes desprendimientos.
El alcalde del municipio, Bernardo Fernández, ha informado a Europa Press de que, a lo largo de la tarde del miércoles, se les comunicará la posibilidad de volver a sus hogares, una vez expertos confirmen que es seguro hacerlo. «Casualmente», apunta, el transformador ya había ardido hace dos meses.
El fuego, según relata el regidor, se detectó alrededor de las 11.45 horas, tras lo que voluntarios de Protección Civil se acercaron hasta el lugar y desalojaron a los vecinos. Entonces, se dio aviso al 112, quien movilizó a los Bomberos del Parque Comarcal de As Pontes.
Sin embargo, estos no podían proceder a la extinción del incendio sin realizar previamente un corte de energía. A este propósito se contactó con personal de Unión Fenosa y, alrededor de las 13.15 horas, los bomberos pudieron ya tirar la puerta y apagar el fuego, con lo que el transformador ardió en total durante una y media.
Una vez apagado el fuego, las bovedillas del techo de la placa empezaron a desprenderse por las altas temperaturas y porque el acero del forjado se dilata con el calor y eso hace que estalle, explica Fernández. Por este motivo se llamó al técnico municipal, que acudió acompañado de un arquitecto, y a un perito, contacto por la comunidad.
Estos se encargaron de revisar la estructura del transformador, así como la de los pisos inmediatamente superiores al bajo y la del sótano. «No vieron grandes problemas, pero prefirieron esperar el día de hoy para que bajaran las temperaturas», explica Fernández, que apunta que la decisión de desalojar el edificio se tomó con los vecinos delante, que la aceptaron «de buen grado».
Así, ha asegurado que a lo largo de la tarde del miércoles se les comunicará que pueden volver a sus viviendas, una vez los expertos hayan dado su visto bueno. «La decisión se tomó, sobre todo, para garantizar su seguridad, por elementos estructurales que podían estar dañados por las altar temperaturas y para evitar males mayores», ha añadido.