El buque ‘Blue Star’ sigue en la zona de As Mirandas, en la costa de Ares, a la espera de que se pueda iniciar el vaciado de sus tanques de fuel y gasóleo, paso previo requerido por las autoridades a la empresa contratada por la armadora para iniciar la siguiente fase, correspondiente con las tareas de rescate del barco.
El plan de rescate está condicionado a las condiciones climatológicas y a la llegada de los medios técnicos y humanos necesarios para esta labor, algunos de los cuales tienen que viajar desde Róterdam (Países Bajos).
Las tareas buscan retirar del buque encallado las 105 toneladas de combustibles que tiene en su interior, de las cuales 60 son de gasóleo y 45 de fuel.
En cuanto a las condiciones del mar, este martes hay aviso amarillo debido a la intensidad de las olas y del viento, una condiciones que dificultan la labor, ya que una de las opciones que se baraja para trasladar las mangueras al barco es la utilización de un helicóptero.
Por otra parte, el acceso de los camiones cisterna a la zona también entraña alguna complicación, sobre todo porque a este lugar no llega ningún acceso asfaltado. Incluso se estudia realizar obras de urgencia para conseguir estabilizar el terreno y permitir la salida de los vehículos cargados con los carburantes.
TRIPULACIÓN EN BUEN ESTADO
Por su parte, la tripulación se encuentra en buen estado de salud y tiene previsto colaborar con los equipos externos en las tareas de vaciado de los tanques de fuel y gasóleo, lo que supondrá dejar sin suministro eléctrico el barco una vez agotadas las baterías que previamente hayan sido cargadas.
A pesar de que el ‘Blue Star’ tiene bandera de Malta ninguno de ellos pertenece a esta nacionalidad, conviviendo en el navío trabajadores de India, Birmania y Ucrania.
INCIDENTE
El encallamiento del ‘Blue Star’ se produjo sobre las 23,50 horas del pasado viernes, 22 de noviembre, en la zona de Punta Miranda, entre las playas de Barrosa y A Canteira.
El barco tuvo un problema en la máquina, concretamente un incendio en la zona de la chimenea, cuando salía del fondeadero de Ares para tomar práctico y entrar en A Coruña, pero la avería lo dejó a merced del viento y las olas, hasta que tocó tierra.
El barco procedía de Bilbao para cargar en la terminal de Repsol de A Coruña 6.000 toneladas de algún producto químico sin especificar.
Tras quedar embarrancando, el primer intento para rescatarlo se produjo a mediodía del sábado, día 23, coincidiendo con la pleamar, pero las estachas que lo unían a dos remolcadores, ‘Don Inda’, de Salvamento Marítimo, e ‘Ibaizabal Nueve’, se rompieron en el momento que iniciaron la tarea de remolque.
Más de doce horas más tarde, en la siguiente pleamar, a las dos de la madrugada del domingo, con la utilización de nuevas estachas más reforzadas, se volvió a intentar una nueva operación, que también tuvo que ser abortada tras la rotura de las estachas de uno de los remolcadores.
La tercera, prevista para el mediodía de esa misma jornada, 24 de noviembre, fue abortada una dos horas antes, tras anunciar el armador la contratación de empresa holandesa SMIT Salvage, que es la encargada de presentar ante las autoridades el plan de rescate para el buque.