Las malas condiciones del mar impidieron trasvasar los 3.000 kilos de cocaína que transportaba el ‘narcosubmarino’ localizado en Aldán, en Cangas (Pontevedra), a una segunda embarcación, y ello, sumado al hecho de que el sumergible ya había sido detectado por las fuerzas policiales, llevó a sus tres tripulantes a hundirlo en la zona de Punta Couso.
Así lo han confirmado fuentes de la investigación que, al igual que ha ratificado el delegado del Gobierno, Javier Losada, en declaraciones a los medios, han señalado que el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) recibió una alerta el pasado 21 de noviembre, por parte del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en Materia de Narcotráfico (MAOC-N), con sede en Lisboa, sobre la presencia de una embarcación sospechosa navegando por el Atlántico. En esta operación se ha contado con la cooperación de efectivos policiales y de vigilancia de Estados Unidos, Reino Unido, Portugal y Brasil.
Debido al mal tiempo y a la imposibilidad de trasvasar la droga a otro barco (que presumiblemente se encargaría de trasladarla a tierra), los tripulantes del sumergible, que ya estaba siendo vigilado por efectivos policiales y de Aduanas, se dirigieron a la zona de Punta Couso, donde hundieron la nave.
Dos de las personas que viajaban en ese artefacto, de nacionalidad ecuatoriana, fueron detenidas cuando intentaban huir y ya han ingresado en prisión por orden judicial; mientras, se sigue buscando al tercer tripulante. Asimismo, la droga que se encontraba en el interior del batiscafo, unos 3.000 kilos de cocaína valorada en unos 100 millones de euros, según ha señalado Javier Losada, ha sido extraída y depositada en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.