La Guardia Civil investiga en la provincia de Lugo una estafa en la modalidad de ‘vishing’, por la que se amenaza a negocios con cortarles el suministro eléctrico por una supuesta deuda impagada, si no se abona inmediatamente el dinero.
Según ha informado la Comandancia de Lugo, se trata de una modalidad de ‘ingeniería social’ mediante la que los estafadores llaman por teléfono a negocios y pequeños establecimientos comerciales suplantando a las compañías eléctricas.
Durante la llamada advierten de una supuesta deuda, real o ficticia, que debe ser abonada cuanto antes mediante transferencia bancaria y, para ejercer presión, amenazan con un corte inmediato del suministro.
En muchos casos, los delincuentes aportan datos falsos pero verosímiles sobre el contrato de las víctimas, haciendo referencia a facturas o cifras concretas para dar credibilidad al engaño. Por ello, los investigadores lo consideran «una estafa de alto riesgo».
Se trata de estafas dirigidas y planificadas, en las que los delincuentes han recopilado previamente información del negocio escogido como potencial víctima, para lo que usan avanzadas técnicas de ingeniería social. Así, su estrategia se basa en el miedo al perjuicio económico inmediato, por ejemplo, a perder alimentos perecederos o a perder clientes.
Los estafadores utilizan «un tono intimidatorio y urgente», haciendo creer a la víctima de que no hay tiempo para hacer comprobaciones. Para hacerlo todo más creíble, suplantan la identidad de las compañías eléctricas.
Las víctimas son propietarios de bares, restaurantes, tiendas de alimentación y pequeños negocios, aunque también hay particulares afectados. La Guardia Civil ha advertido de que los estafadores escogen momentos de «incertidumbre general» o momentos de mayor impacto, como las horas punta de servicio de comidas en restaurantes, días de mucha afluencia de clientes en comercios, o tras eventos como apagones o anuncios de cambios en el sistema eléctrico.
Para afrontar estas posibles estafas, la Guardia Civil recomoenda no hacer ningún pago por teléfono, contactar con la compañía eléctrica (aunque la llamada parezca real), no facilitar por teléfono datos bancarios, informar a su entidad bancaria y denunciar antes las fuerzas de seguridad.