Un joven ha sido condenado por el Juzgado de Menores de Lugo a cuatro años de internamiento en régimen cerrado después de ser encontrado culpable de un delito de agresión sexual a un niño de 8 años de edad.
Estos hechos tuvieron lugar en la casa del joven cuando tenía 17 años –actualmente ya es mayor de edad–, durante el año de 2023, cuando la madre del niño lo dejaba al cuidado de la familia del adolescente. Según los relatos que se consideran probados, este obligó al pequeño en varias ocasiones a hacerle varias felaciones tapándole la cabeza con una manta.
Al acusado, además de la pena de internamiento, se le impusieron dos años más de libertad vigilada y dos de alejamiento de la víctima a una distancia de 600 metros, tanto de su vivienda como centro de estudios. Además, la familia del joven deberá indemnizar a la víctima con 8.000 euros que, como explica la sentencia, «teniendo en cuenta la repercusión que los hechos enjuiciados tuvieron en el rendimiento escolar del menor, deberá invertirse únicamente en su formación académica, que lo capacite para, en el futuro, tener más posibilidades de conseguir el mejor trabajo posible».
Otra de las penas impuestas al joven es la obligación de someterse a programas formativos de educación sexual durante el internamiento y en el periodo de la libertad vigilada.
A esta sentencia se impuso un recurso de apelación para pedir una rebaja de la indemnización por daños morales de hasta 3.000 euros, «aunque lo hace sin ningún argumento que resulte objetivamente atendible, más allá de indicar que no existe un informe pericial de tasación del daño y que es una cuantía que supondrá una losa para el condenado y su familia», aclara el fallo. Este recurso fue desestimado.