Los agentes de la Guardia Civil han retomado, en la mañana de este miércoles, los trabajos de búsquedas de las dos personas desaparecidas en diferentes puntos del embalse de Belesar, en la provincia de Lugo, el pasado martes.
Primero, sobre las 16,30 horas del martes, un joven pescador se hundió tras precipitarse al agua del río Miño en el municipio de O Páramo al intentar recuperar su caña. Tres horas después, sobre las 19,30 horas, ocurrió lo mismo con un bañista en el club náutico Ponte Mourulle, en el Ayuntamiento de Taboada.
Según informó la Guardia Civil al 112 Galicia a primera hora de este miércoles, los agentes se organizan para continuar con sendas búsquedas, mediante el uso de patrullas, equipos submarinistas especializados y medios aéreos.
Cuanto tuvo conocimiento de los sucesos, el 112 Galicia movilizó a bomberos, grupos de emergencias y voluntarios de Protección Civil, además de Guardia Civil, entre otros medios.
El primero de estos sucesos ocurrió a las 16.30 del martes. Sobre esa hora, un hombre llamaba a la central de emergencias para advertir de que había perdido de vista a un amigo mientras pescaban en la parroquia de Riascos, en O Páramo. Al parecer, perdió su caña y, al intentar recuperarla, se cayó al agua sin que su compañero pudiera hacer nada.
El Instituto Armado envió hasta el lugar varios buzos del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) y drones, pero la falta de luz natural al caer la noche provocó que la búsqueda bajo el agua se tuviese que suspender hasta este miércoles.
Tres horas más tarde, sobre las 19.30 horas, varios particulares se ponían en contacto con la central del 112 para alertar de que un bañista había saltado al agua desde el pantalán del club náutico de Ponte Mourulle, en Taboada, y vieron cómo se hundía.