Agentes de la Policía Local de Lugo tuvieron que intervenir en varias trifulcas familiares ocurridas en los últimos días en la ciudad, sin que se registrase ninguna detención.
La primera de ellas se llevó a cabo en la noche del pasado miércoles, día 5 de junio, cuando los funcionarios recibieron una llamada que aseguraba que una madre había agredido a su hija en el interior de la casa que compartían.
Una vez en el punto, los agentes se encontraron con una joven de 18 años, que indicó que su madre la había agredido en un brazo, aunque no presentaba lesiones aparentes. Esta mujer también aseguraba que las discusiones con su progenitora eran constantes.
Precisamente la madre explicó que su hija tenía una conducta «conflictiva» y que ese día, cuando iba a salir de casa, la sujetó de un brazo para que no lo hiciese, añadiendo que ambas tienen hijos menores a su cargo, los cuales conviven en el domicilio.
Por todo ello, fueron trasladadas las dos a un centro sanitario, siendo la hija devuelta a la vivienda, con su hijo de un año. La madre, por su parte, acompañada de su otra hija de siete años, fue trasladada a casa de una amiga, a deseo propio para evitar más conflictos.
Días después, en la madrugada del viernes al sábado, los agentes se desplazaron a una vivienda de la calle Ourense de Lugo, donde una pareja estaba manteniendo una discusión por temas familiares, ya que tenían una hija con tratamiento psiquiátrico.
Al día siguiente, el sábado 8 de junio, la Policía Local recibió una llamada que alertaba de otra discusión en la zona norte de la ciudad, debido a que se escuchaban gritos y movimientos de muebles. Allí, un hombre y una mujer indicaron que solo estaban discutiendo, sin ningún tipo de acto de la que pudiese derivarse actuación policial.