Bomberos de Lugo ha dado por extinguido este miércoles el incendio que calcinó la jornada del martes buena parte de las instalaciones de la empresa Desguaces Sidegal, en el polígono empresarial de O Ceao y en el que resultaron heridos dos trabajadores, quedando la operación bajo custodia de la Policía Nacional.
La inspección técnico ocular de la Policía Científica llamada a investigar las causas del incendio, que devoró las oficinas de la nave y provocó importantes daños en la fachada del edificio, comenzará a lo largo de las próximas horas, una vez que la zona afectada se encuentre lo «suficientemente fría» como para garantizar la seguridad de las operaciones.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, que han precisado que tras la notificación de la extinción completa del incendio –realizada en la mañana de este miércoles– se pondrá en marcha el operativo.
Para ello, han indicado, la zona afectada debe estar asegurada para evitar cualquier tipo de desprendimiento, garantizar que la estructura de la nave resista y verificar que no haya gases en el interior del recinto que puedan poner en peligro la actuación de la Policía Científica.
CUANTIFICACIÓN DE DAÑOS
El incendio, declarado a las 09,45 horas de la jornada del martes en la nave de la empresa Desguaces Sidegal, situada en la Rúa do Vidro, requirió para su extinción de un amplio dispositivo de emergencia integrado por más de 20 bomberos, tres patrullas de la Policía Local, agentes de la Policía Nacional y Protección Civil y miembros del Grupo de Apoio Loxístico (GALI) de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega).
El fuego, iniciado según las primeras pesquisas policiales en «una zona de residuos de la nave» provocó quemaduras a dos trabajadores de la empresa –motivando el traslado de uno de ellos a la Unidad de Quemados de A Coruña– y se propagó rápidamente por el interior del recinto, sin llegar a provocar daños en las naves colindantes.
«Nuestra prioridad fue desde el primer momento que no se propagase el fuego a las naves aledañas ni que se adentrase más en el local», declaraba, en relación al operativo de emergencia, el jefe del Cuerpo de Bomberos de Lugo, Miguel López, tras anunciar, a primera hora de la tarde del martes, que «un par de focos persistentes» impedían dar el incendio por extinguido. Una situación que no se ha producido hasta la mañana de este miércoles.
«Aún es pronto para cuantificar los daños», manifiestan desde la Asociación de Empresarios O Ceao-As Gándaras, que agrupa a buena parte de las empresas emplazadas en los dos principales polígonos industriales de la ciudad de Lugo. Una postura que comparten desde el Ayuntamiento de la ciudad, desde donde instan a dejar trabajar a la Policía Científica para esclarecer lo sucedido antes de cuantificar los daños y trazar un hipotético plan de ayudas.
«LA PRESIÓN DEL AGUA FUE MÁS QUE SUFICIENTE»
Durante las más de cuatro horas que se mantuvo activado el martes el Plan Territorial de Emerxencias de Galicia (Platerga) para poder movilizar sobre el terreno todos los recursos necesarios para sofocar las llamas, se vivieron momentos de tensión en el polígono de O Ceao.
En la memoria colectiva persistía la imagen del devastador incendio que en abril de 2021 había calcinado cuatro naves industriales en el mismo polígono y algunos trabajadores de empresas del parque empresarial manifestaban a Europa Press su preocupación por una posible «falta de presión» en los hidrantes encargados de suministrar el agua para la extinción del incendio.
«Pasaron tres años y seguimos con el mismo problema. Tenemos agua en el polígono pero lo que no tenemos es presión», denunciaba al respecto el empleado de una nave industrial situada en la cercana Rúa do Comercio, en el polígono de O Ceao.
Un informe encargado tras el incendio de 2021 había revelado la existencia de deficiencias en el sistema de suministro del agua del polígono, recomendando su renovación. Una situación que, aseguran desde el Ayuntamiento de Lugo, no se dio en esta ocasión, en la que la rápida actuación de los servicios de emergencias logró evitar que el fuego se propagase a las naves colindantes.
«Quedó demostrado que la presión de extinción en el polígono fue más que suficiente porque consiguieron apagar las llamas sin que afectase al resto de las naves», sostienen, en relación a la intervención, fuentes municipales.