Agentes de la Policía Local de Lugo han detenido a un vecino de la ciudad, de 48 años de edad, por un hurto, daños y un delito de resistencia grave a la autoridad, tras haber sustraído una botella de whisky de un establecimiento de alimentación y haber causado daños en otros.
Los hechos ocurrieron en la tarde del pasado viernes, cuando la Policía recibió un aviso para acudir a la calle Ramón Cabanillas, donde un hombre estaba rompiendo botellas en un establecimiento y mostraba una actitud muy agresiva.
Cuando los agentes llegaron, el sospechoso ya se había ido, y el personal del local informó a los funcionarios de que, momentos antes, un hombre había roto varias botellas. Al llamarle la atención, el hombre se había marchado.
En esos momentos, los policías recibieron un aviso para acudir a otro establecimiento en la calle Ourense, donde un hombre cuya descripción respondía al mismo que había estado en Ramón Cabanillas, estaba causando problemas.
Al llegar, un hombre estaba forcejeando con el sospechoso, que se mostraba muy agresivo y que incluso trató de agredir a los agentes. Por ello, fue inmovilizado y detenido, y siguió mostrando una actitud hostil, dentro del coche patrulla, dando patadas contra las puertas.
El empleado que lo había retenido, explicó a los agentes que lo habían sorprendido intentando abandonar el establecimiento sin pagar unos productos. Al intervenir el empleado, el hombre se había encarado con él, sacando una botella de cristal de la mochila que llevaba, rompiéndola y amenazando al trabajador.
Los policías comprobaron que este hombre había estado momentos antes en un establecimiento de la Rolda do Carme, donde había hurtado una botella de whisky. Por todo ello, fue detenido y trasladado a dependencias policiales.
DESOBEDIENCIA Y RESISTENCIA
Por otra parte, la Policía Local también ha informado de la detención de otro varón, de 25 años de edad, por resistencia y desobediencia grave.
Los hechos ocurrieron en la mañana del domingo en la calle Monforte, cuyos vecinos avisaron al 092 por la celebración de un fiesta en el interior de una vivienda, que estaba causando muchas molestias.
Los agentes fueron al lugar y escucharon música a muy alto volumen. El responsable fue requerido para que bajase el volumen, pero se dirigió a los agentes faltándoles al respeto, por lo que fue denunciado.
El joven obedeció en un primer momento pero, poco después, la patrulla volvió al mismo domicilio tras nuevas quejas de los vecinos, y pudo comprobar que la música estaba aún más alta. Los agentes observaron a un grupo de jóvenes en la calle, entre ellos, al anteriormente requerido.
Al perdirle que cesara las molestias, volvió a mostrar una actitud irrespetuosa y una resistencia activa, por lo que fue detenido y trasladado a dependencias policiales. Vecinos de la zona también presentaron denuncias, ya que aseguraron que habían sido insultados y amenazados por ese joven.