El Ministerio Fiscal pide 14 años de cárcel para los padres de un bebé acusados de maltrato continuado y un delito de lesiones, al haberle propinado supuestamente golpes y zarandeos que han dejado al menor ciego del ojo izquierdo y con daños cerebrales aún por determinar. El caso se abordará en el Juzgado de Instrucción Nº2 de Lugo el martes y miércoles próximos.
Según relata el escrito de la Fiscalía, los progenitores agredieron al menor «en reiteradas ocasiones» desde 2019, «golpeándolo y zarandeándolo cuando se ponía a llorar». Además, aseguran que los padres no atendieron «debidamente las necesidades del menor, no lo mantuvieron en las condiciones higiénicas y sanitarias saludables, ni cumplieron con las revisiones pediátricas correspondientes».
Remarcan a este respecto que mantenían condiciones «deplorables» de falta de higiene en el domicilio familiar, con acumulación de basura en las habitaciones de la vivienda.
Como consecuencia de las mencionadas agresiones, el 16 de agosto de 2019 el menor fue ingresado en la UCI pediátrica del HULA de Lugo. Dada la gravedad, requirió asistencia en el hospital La Paz de Madrid donde necesitó una intervención oftalmológica de urgencia.
El menor sufrió, además de diversas lesiones cutáneas y hematomas, desprendimiento de retina y, a nivel neurológico, se detectó «una nula reactividad a estímulos visuales y auditivos. Las lesiones relativas al área neurológica, recalcan en el escrito, pueden considerarse derivadas del mecanismo de zarandeo del menor, «evidenciándose además la falta de cuidado de higiene y asistencia regular a las citas de pediatría».
El bebé necesitó varias operaciones y estuvo ingresado en la UCI. Presentó además un nuevo desprendimiento de retina en el ojo izquierdo, «descartándose la intervención jurídica al sospechar de una alteración visual de origen neurológico».
En su evolución se vio un «importante» atraso del desarrollo psicomotor con mal pronóstico neurológico y «elevado» riesgo de parálisis cerebral infantil, pérdida completa de visión en el ojo, destierro y «muy probable» alteración visual de origen neurológico.
Aunque no ha sido posible determinar el estado clínico definitivo, «sí puede asegurarse que mostrará una pérdida total de la visión del ojo izquierdo y un grado 1 por determinar de alteración de las funciones cerebrales superiores integradas, trastornos del lenguaje y epilepsia».
«Casi con toda seguridad requerirá de cuidados por terceras personas en mayor o menor medida durante el resto de su vida», remarcan.
DELITOS Y PENAS
Por todo esto, la Fiscalía acusa a los progenitores de un delito de lesiones y de otro de maltrato habitual en el ámbito familiar. Por el primero solicita 11 años de prisión, con la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad; y para el segundo, tres años de cárcel, así como la prohibición de acercarse a menos de 500 metros del menor y de comunicarse con él durante 12 años.
Deberán los acusados, además de hacerse cargo de las costas, indemnizar al Sergas y al menor a través de la persona o entidad que en el momento tenga asumida la tutela con la cantidad que se determine.