Familiares de los 21 marineros fallecidos en el naufragio del pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’, hundido el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros al este de Terranova (Canadá), han pedido a todos los grupos políticos de los ayuntamientos gallegos que presenten una moción conjunta para instar al Gobierno a bajar al pecio.
Tal como han informado a la prensa, los familiares pretenden que el Ejecutivo central ponga en marcha una operación de trabajo subacuático que permita localizar la ubicación del barco hundido, descender al mismo y elaborar un trabajo fotográfico y audiovisual sobre su estado, «así como reconocer sus alrededores y la zona exterior del buque para verificar la localización de cuerpos de los tripulantes desaparecidos».
De esta manera, insisten en que el Gobierno «cumpla el compromiso adquirido» de descender hasta el pecio porque es «vergonzoso y doloroso» la «falta de respecto» no solo hacia los 21 fallecidos, sino también hacia sus familias y hacia toda la gente del mar.
«La excusa de no poder encontrar los cuerpos no es óbice para que se acometa la bajada al buque hundido y poder grabar cómo está», han reivindicado los familiares, insistiendo en que la Fiscalía ha encontrado indicios de homicidio imprudente en el hundimiento del ‘Villa de Pitanxo’. «Por ello, más que nunca, el visionado del estado del barco arrojaría más datos para el esclarecimiento de la verdad y, por ende, para la investigación», han añadido.
Los familiares de las víctimas han lamentado la «falta de humanidad y empatía» que supone no bajar al barco, señalando que la excusa de no poder encontrar los cuerpos o la imposibilidad de acceder al interior del buque «no es óbice para que se acometa la bajada al pecio».
«Todos tenemos derecho a conocer la verdad y el Gobierno la obligación de procurarla», han reivindicado, indicando que este jueves se llevará la moción al pleno del Ayuntamiento de Pontevedra y de Marín.
TRAGEDIA
Todo ello cuando pasaron ya dos meses del trágico accidente, en el que fallecieron 21 de los 24 tripulantes, pero solo se hallaron nueve cuerpos. Más de 60 días en los que la lluvia de información sobre lo que pudo haber ocurrido en Terranova fue constante, incluso con versiones contradictorias entre los relatos de los tres únicos supervivientes.
Así, la versión del patrón del barco, Juan Padín, y de su sobrino, Eduardo Rial (dos de los supervivientes), explicaría que el accidente se produjo durante la maniobra de virada del parejo y que el pesquero se hundió «de forma muy rápida» por los golpes de mar que lo escoraron, después de sufrir una parada en el motor principal.
Sin embargo, Samuel Kwesi Koufie, el tercer superviviente, declaró que el patrón no habría atendido a las advertencias que desde el parque de pesca le habían hecho los marineros para que soltase la red, lo que podría haber permitido corregir la escora y haber evitado el naufragio.