La Guardia Civil ha detenido al cabecilla de un grupo criminal dedicado a las estafas mediante el ‘uso tarjeta online’ en Galicia, un vecino de Murcia.
Según ha informado el Institituto Armado, en el marco de la ‘Operación Goinco II’, llevada a cabo conjuntamente por el Equipo de Estafas Telemáticas de A Coruña, y el Puesto de Xinzo de Limia, y con el apoyo de la Guardia Civil de Torrepacheco (Murcia), se ha procedido a la finalización de dicha operación con la detención de un hombre de nacionalidad marroquí vecino de ese municipio murciano, como uno de los cabecillas de un grupo criminal dedicado a la realización de delito de estafa a través de las nuevas tecnologias.
Asimismo se le imputa delitos de blanqueo de capitales y delito de pertenencia a grupo criminal. El detenido, supuestamente coordinaba a distintas personas residentes en las localidades limítrofes de Murcia las cuales realizaban la labor de «mulas de dinero», han destacado las mismas fuentes.
Estas personas recibían dinero procedente de ilícitos de estafa ‘phishing’ en sus cuentas bancarias o en cuentas de casas de apuestas online y de criptomonedas, creadas a sus nombres.
Posteriormente les ordenaba que retiraran el dinero ilícito entregándole el 80% del dinero y se quedaban las «mulas» el 20% restante, ha señalado el Instituto Armado.
La ‘Operación Goinco II’, se inició a raíz de una denuncia interpuesta en el Cuartel de la Guardia Civil de Xinzo de Limia (Ourense), en la que la víctima exponía que había sido víctima de una estafa. Según dijo, le hicieron creer que le querían comprar un producto que tenía a la venta y los estafadores le solicitaron los datos de su tarjeta bancaria, tras lo cual le realizaron cargos por importe de 14.000 euros en una plataforma online de compra de criptomonedas.
En una primera fase de la operación se pudo detener a cinco «mulas de dinero», han indicado las mismas fuentes, y a uno de los cabecillas del grupo, si bien quedaba pendiente la localización del actual detenido.
MODUS OPERANDI
El modus operandi de la estafa consistía en la adquisición fraudulentamente por parte del grupo criminal de los datos de las tarjetas bancarias de las víctimas a través de la modalidad de ‘phishing’ y ‘vishing telefónico’.
Posteriormente, con el fin de ocultar su identidad así como evitar cualquier seguimiento del rastro del dinero estafado, de forma concertada crearon un entramado de cuentas bancarias virtuales (bancarias, empresas de juego y empresas de criptomonedas) creadas ad hoc para los ilícitos, que usaban como «cuentas puente», ha señalado la Benemérita, para realizar movimientos a otras cuentas bancarias, a través de transferencias directas o a través del uso de sistema de pago online, para finalmente extraer físicamente el dinero en cajeros bancarios.