Agentes de la Guardia Civil desalojaron el pasado 29 de noviembre un furancho que se encontraba en plena actividad dos horas después del toque de queda. Sucedió en el municipio coruñés de Touro.
En concreto, los agentes recibieron el aviso de que un local podría estar atendiendo clientes más tarde de las 23,00 horas. Desplazados hasta el lugar, en torno a las 00,50 horas, comprobaron que en el exterior del establecimiento había cinco vehículos estacionados, así como ruido que procedía del interior.
La entrada principal del local se encontraba cerrada con un portalón de hierro y con perros sueltos en su interior. Una vez recorrido el perímetro de la finca, los agentes observaron «un gran número de personas» que estaban «marchándose por la puerta trasera del local.
En concreto, pudieron percibir, al menos, a 15 personas, de las cuales 10 fueron identificadas, entre ellas menores. En total, se formularon siete denuncias por varias infracciones relacionadas con la prevención de la covid-19.