El ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) ha cerrado y precintado un local clandestino en el que supuestamente se realizaban fiestas ilegales, se vendían y consumían bebidas alcohólicas y se celebraban partidas de póquer.
En concreto, una patrulla de la Policía Local detectó en la medianoche del sábado 14 a tres personas en actitud sospechosa que se saltaban el toque de queda y se encontraban en la entrada de un bajo comercial, supuestamente dedicado a instalaciones eléctricas, con la verja a medio bajar.
Inicialmente los agentes pensaron que se podría estar produciendo un robo por lo que bajaron del coche para proceder a la identificación de las tres personas. En ese momento dos de ellas se metieron por debajo de la verja para esconderse en el interior del local.
Tras interceptar al tercero, la patrulla accedió al establecimiento, donde encontraron a otras cinco personas, una de las cuales decía ser el arrendatario del mismo y que lo utilizaba para reunirse con amigos.
Ya de partida, la Policía instruyó las pertinentes notificaciones por incumplir tanto la restricción horaria como la prohibición de reuniones de personas no convivientes impuesta en Vilagarcía por la normativa sanitaria vigente.
En la inspección ocular, los agentes comprobaron que el local estaba amueblado con varios sillones, mesas y sillas. Y que incluso estaba dotado de barra de bar, una nevera con cervezas, refrescos y hielo, estantes con numerosas botellas de bebidas alcohólicas, varios paquetes de tabaco y una caja metálica con monedas.
MESA DE PÓQUER Y CÁMARAS INTERIORES
El local también disponía de una mesa de póquer y una caja con fichas para este juego, así como una máquina tragaperras y hasta un sistema de vigilancia interior dotado con varias cámaras cuyas imágenes se monitorizaban a través de un ordenador.
Además, había cartas de precios impresas y códigos QR pegados en las paredes para informar del coste de las bebidas, lo que apunta hacia una actividad comercial para la que carecía de permiso.
En su registro, la Policía también intervino una bolsa de plástico que hallaron tirada en el suelo y que, aparentemente, contenía marihuana.
REINCIDENTES
Tras identificar e informar a los individuos de que se les iba a denunciar por incumplimiento de la normativa sanitaria, los agentes ordenaron desalojar el local en el que so quedó su responsable.
A pesar de eso, la Guardia Civil Fiscal acudió después de nuevo al local, ubicado en la avenida Agustín Romero, para inspeccionarlo, encontrándose en su interior a tres personas reunidas (el responsable y otros dos jóvenes), que también fueron denunciados por la dotación, que también levantó acta por actividad clandestina.
A consecuencia del atestado de la Policía local, el Ayuntamiento ha ordenado el cierre y el precinto del dicho establecimiento.