El Ministerio Fiscal pide 15 años de prisión para el miembro de Protección Civil acusado de provocar un incendio con varios focos en Ribeira (A Coruña) que calcinó en 2013 casi 200 hectáreas, puso en riesgo un polígono y un hospital y llevó a cortar la autovía de O Barbanza.
Según recoge el escrito de acusación de Fiscalía, sobre las 20,15 horas del 27 de agosto y «con la intención de incendiar el monte», el acusado aparcó su coche debajo de un puente de la autovía.
En su camino, el fiscal le acusa de haber iniciado «al menos tres focos de fuego en la proximidad de dos núcleos rurales», a sabiendas de que «el fuego se podía propagar a lugares habitados».
El hombre, indica el escrito, es cazador y había participado en labores de extinción de varios incendios en calidad de miembro de Protección Civil y también a título individual, tras ser «de los primeros en llegar a los lugares afectados» con «la disculpa de colaborar en la extinción».
Por ello, el escrito alude a que el acusado conocía tanto el monte incendiado como «las condiciones medioambientales que provocan la propagación del fuego».
El fuego que se le atribuye, continúa el fiscal, atravesó la autovía y calcinó casi 200 hectáreas de terreno. Con un desplazamiento «muy rápido», llegó hasta el Polígono de Xaras, donde fue necesario desalojar varias naves industriales, y al Hospital do Barbanza, donde se llegó a «considerar seriamente» la evacuación de los enfermos y, de hecho, se «creó un retén» para ello, aunque finalmente no fue necesario.
Del mismo modo, fue necesario cortar el tráfico en la autovía y alguno de los cortes duró hasta ocho horas. La Dirección Xeral de Montes calificó el incendio como de nivel 1 debido al «grave riesgo» para las personas del fuego, que causó «una gran alarma social y numerosos pérdidas económicas y medioambientales».
Los gastos de extinción del incendio, sufragados por la Xunta, ascendieron a 85.203,42 euros y las pérdidas por daños y perjuicios ascendieron a más de 79.000. El hombre estuvo en prisión preventiva desde mayo de 2014 a marzo de 2015.
Por estos hechos, el Ministerio Público pide para el acusado una pena de 15 años de prisión por un delito de incendio, así como la indemnización a los afectados por los gastos y pérdidas ocasionados.
SUSPENDIDO EN SEPTIEMBRE
El juicio a este hombre se debía haber celebrado en septiembre en Santiago en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, pero quedó suspendido debido a la ausencia de un testigo de la defensa.
De este modo, el juicio tendrá lugar este miércoles y jueves, días 13 y 14 de marzo. El testigo en cuestión se encontraba entonces en Estados Unidos y el juez explicó que debía prepararse el procedimiento para que declarase por videoconferencia.
En septiembre, Francisco Lago, el abogado del acusado, afirmó que este es un testigo «esencial», ya que «lo sitúa a la hora del incendio en otro lugar», en una granja situada en Vixán. Además, esta persona «fue testigo de la llamada que le hizo Protección Civil» ese día al ahora acusado «para que acudiese a colaborar en la extinción del incendio».
Entre las pruebas contra el hombre al que se va a juzgar ahora se encuentran las declaraciones de dos personas, un agente forestal y otro brigadista.