El administrador de una empresa, I.P.M., ha aceptado una pena de seis meses de prisión por fingir ante un cliente la tramitación de una licencia para la construcción de una vivienda en Vigo con el objetivo de quedarse el importe que este le había transferido con este fin.
En concreto, el juicio, fijado para este miércoles en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, no se ha celebrado dado que se ha alcanzado una conformidad entre las partes.
Tras reconocer los hechos el procesado, que ha comparecido por videoconferencia desde el País Vasco, se le ha impuesto la pena de cárcel, que permanecerá suspendida durante un periodo de dos años condicionado a que no cometa ningún acto delictivo. Además, deberá afrontar el pago de una sanción de 720 euros. Previamente, indemnizó al perjudicado en más de 16.670 euros, la cantidad que este le había transferido.
Así, el acusado ha sido considerado culpable de la comisión de un delito de estafa agravado y un delito de falsedad en documento privado, absorbido por el primero por ser más grave, y se ha contemplado la atenuante de reparación del daño.
El perjudicado, que no se personó en la causa, ha reclamado también el abono de cantidades adicionales por daños materiales ocasionados en la finca en la que se había planteado la construcción de la vivienda que no han sido contemplados en la resolución judicial.
Los hechos tuvieron lugar en septiembre de 2017, cuando I.P.M. contactó con el perjudicado como administrador único de una empresa para la tramitación y gestión de una licencia para la construcción de una vivienda en una finca de su propiedad, situada en Vigo.
El procesado no tramitó ninguna licencia de obras ante el Ayuntamiento, pero consiguió que el afectado le transfiriese entre septiembre y octubre de 2017 más de 16.670 euros correspondientes a supuestas facturas para realizar pagos al arquitecto y el aparejador, así como para el abono de tasas municipales.
De este modo, obtuvo estas cantidades para su propio beneficio y presentó un proyecto básico y de ejecución de la edificación y una memoria para dar apariencia de realidad pese a no haber efectuado ninguna gestión. Asimismo, los documentos señalaban que habían sido realizados por un arquitecto y un arquitecto técnico que no participaron en ellos ni tuvieron conocimiento de los mismos.