El Club Fluvial de Lugo carecía de permiso para la tala de árboles en el entorno del río Miño, una actuación que ha llevado a cabo en los últimos días, y sobre la que el Ayuntamiento lucense ya ha incoado un expediente, según han confirmado a Europa Press fuentes municipales.
Las mismas fuentes han explicado que el Ayuntamiento de Lugo recibió una notificación previa del inicio de unas obras (para un nuevo aparcamiento) pero la entidad deportiva no dejó pasar el plazo establecido de 15 días para entender esa notificación como positiva por silencio administrativo.
Fuentes municipales consultadas han afirmado que «la Policía Local se personó en el lugar para hacer un informe» y, posteriormente, desde el consistorio lucense se «incoa un expediente». La licencia menor que pedía el club en esa comunicación, han detallado, no especificaba en ningún punto «la tala de ningún árbol».
Por otra parte, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil no ha dado ningún tipo de autorización a la entidad lucense. De hecho, según ha podido saber Europa Press, agentes de guardia fluvial de la Confederación se han personado en el lugar de las actuaciones para «abrir diligencias previas» que podrían dar lugar, según fuentes del organismo, «a un expediente sancionador».
Los hechos fueron denunciados por la asociación ecologista ADEGA (que incluso llegó a presentar una denuncia ante el Seprona) y los hizo públicos la plataforma Lugo de cara ao Miño. En declaraciones a Europa Press, Lucía Álvarez, miembro de la plataforma ha afirmado que se enteraron de lo ocurrido «gracias a la participación ciudadana», y ha aclarado que la zona del cauce del río «está en Red Natura y está próxima al camino de Santiago».
Álvarez ha afirmado también que «si no tienen los permisos pertinentes deberían de restaurar en la medida de lo posible el daño causado».
Desde el Club Fluvial, su presidente, Tito Valledor, ha defendido que «todo los documentos necesarios están en regla» y que si la entidad deportiva está equivocada, «el tiempo lo dirá».