La sección sindical de la CUT en el Ayuntamiento de Santiago y la Unión Comarcal de la CUT en O Porrazo han reclamado la «inmediata retirada» de las pistolas eléctricas incorporadas al material de la Policía Local de Compostela y Moaña, por el «riesgo» existente para la ciudadanía con su uso.
A través de un comunicado, la CUT ha criticado que la alcaldía de Santiago anunciase su compra vinculándola con una medida relacionada con la COVID-19, para evitar contactos, cuando «su adquisición ya estaba decidida con anterioridad».
La puesta la disposición de estos elementos para su uso por parte de funcionariado municipal «es inaceptable» para la central, que advierte de que «numerosas organizaciones internacionales y gallegas para la defensa de los derechos civiles y políticos ya se han pronunciado reiteredamente contra su incorporación como arma en los dispositivos policiales por su alta letalidad».
Así, sostiene la CUT, el Comité contra la tortura de la ONU «denunció hace 10 años que por el intenso dolor que causan puede ser consideradas una forma de tortura», y la organización Amnistía Internacional «cuantifica en 700 las muertes causadas de manera directa o bien indirecta en países que desde inicios de siglo han normalizado su uso, como EEUU, Canadá o Francia.
En el caso de Santiago, explica la central, la compra «contradice» el acuerdo plenario del que «criticó con contundencia el uso de armas de electrochoque, pelotas de gomas, gases tóxicos o defensas extensibles por parte de la Policía Nacional».