Sindicatos exigen al Sergas «máxima celeridad» de las «pruebas necesarias» para «descartar la posibilidad de contagio y transmisión de la infección por COVID-19» de los profesionales que han utilizado las mascarillas retiradas por el Gobierno con el objetivo de «acabar con la preocupación de los afectados».
Así lo han manifestado sindicatos como Satse Galicia, CESM y O’Mega en sendos comunicados en relación a la retirada de las mascarillas FFP2 del fabricante Garry Galaxy.
Por una parte, el Sindicato de Enfermería ha solicitado al Sergas y a las diferentes gerencias sanitarias que se realicen «con la máxima celeridad los test diagnósticos a todos los profesionales».
Este sindicato ha recordado que «el Sergas inició el propio viernes 17 la realización de los test a los profesionales que han estado en contacto COVID y que en algunas áreas sanitarias ya se han completado», pero ha avisado de que «otros profesionales advierten que todavía no tienen conocimiento de cuándo se van a llevar a cabo dichos test».
Por ello, Satse reclama que «para acabar con la lógica preocupación de los profesionales, y por responsabilidad», se les realice «inmediatamente» los test diagnósticos para comprobar que no se han infectado por coronavirus «a todos los profesionales sanitarios que hayan utilizado este tipo de mascarillas y que han estado expuestos en situaciones de riesgo en el manejo de pacientes COVID-19».
En esta línea, el sindicato médico CESM Galicia exige que «se someta a todos los profesionales víctimas de esta situación negligente» a las pruebas «PCR necesarias para descartar la posibilidad de contagio y transmisión de la infección por COVID-19».
De este modo, este sindicato médico reclama «el seguimiento real y activo de la evolución clínica de estos profesionales» que han utilizado las «mascarillas fake», hasta que «se demuestre efectivamente su estado de salud y la imposibilidad de ser vectores de la enfermedad, ya que de lo contrario se está propiciando la expansión de la enfermedad».
CESM Galicia, además, pide que «todos los trabajadores del Sergas sean sometidos a las pruebas pertinentes» con el fin de «poder valorar la magnitud del problema» y, ha abundado este sindicato, «sacar conclusiones epidemiológicas y de prevención de cara al futuro».
En esta línea, CESM exige, además, que se «aplique la máxima diligencia y rigor» en los criterios de selección y compra demateriales y elementos de protección, para que «sólo se adquieran productos homologados y testados a proveedores debidamente acreditados ycertificados».
RESPONSABILIDADES
Por su lado, O’Mega demanda la «identificación de los centros y servicios donde se hayan utilizado, así como las cantidades y fechas de suministro» y pide «elaborar la relación de profesionales que hayan estado sometidos a una exposición de alto riesgo a causa de contactos estrechos con los casos posibles, probables o confirmados de COVID-19».
Por ello, demanda, «proceder conforme lo establecido en la Guía de actuación frente a COVID-19» en los profesionales sanitarios del Ministerio de Sanidad, lo que supone, subraya, entre otras acciones, «retirar al profesional de la actividad asistencial hasta que se pueda descartar de forma fehaciente que no esta afectado y puede suponer una fuente de contagio».
Y demanda O’Mega que se proceda a la realización de la prueba RT-PCR en muestras naseofaringeas, esputo y heces, «ya que el resultado negativo del test rápido de doble banda no garantiza que los profesionales no puedan estar infectados, al no haber tenido tiempo, en muchos casos, para desarrollar anticuerpos, en función de la fecha en la que hayan resultado infectados».
A ello añade el seguimiento de los otros profesionales «que hayan tenido contacto estrecho con sus compañeros» y dotar al Instituto Galego de Seguridade e Hixiene (ISSGA) «de las competencias y medios para poder realizar los controles precisos sobre el material de protección adquirido con fines de protección frente al SARS-Cov2» en Galicia.
Este sindicato exige, asimismo, que «se diriman las responsabilidades por el retraso producido entre la recepción del aviso de la existencia del lote defectuoso por parte del Ministerio de Sanidad y la comunicación efectuada a los centros sanitarios para la retirada de este material».
Estos sindicatos realizan estas demandas tras conocer que en la noche del pasado 15 de abril la Dirección General de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia del Ministerio de Sanidad notificó a las comunidades que las mascarillas FFP2 del fabricante Garry Galaxy, con envase verde, «debían ser retiradas inmediatamente dado que no protegen adecuadamente con arreglo a las especificaciones indicadas por la norma».
Al respecto, Satse ha recordado que el Sergas, por su parte, «advierte que el 16 de abril dio la alerta sanitaria y paralizó su distribución» y trasladó a todas las gerencias la instrucción para que se procediera también a la retirada de las que se distribuyeron, «notificación que llegó a los profesionales sanitarios el 17 de abril», matiza el sindicato.
«En Galicia se inmovilizaron 36.883 mascarillas en la plataforma de distribución de Negreira y otras 45.408 que fueron retiradas por las gerencias de las áreas sanitarias», ha destacado Satse, que ha asegurado que «permanecerá alerta para velar por la seguridad y protección» de los profesionales sanitarios que hayan utilizado estas mascarillas retiradas y «se les realice el test diagnóstico». En, caso contrario, este sindicato advierte de que «se reserva su derecho a emprender cualquier tipo de acción».