La Asociación Profesional de Técnicos en Emerxencias Sanitarias e Xestores de Emerxencias de Galicia denuncia que la Fundación Pública de Urxencias Sanitarias (FPUS) «obligase» a los trabajadores subcontratados por la empresa concensionaria de la sala del Centro de Coordinación del 061 a «quitarse los EPIs» proporcionados por su empresa para trabajar.
Según esta entidad, los hechos se remontan al 31 de marzo, cuando la nueva empresa que ostenta la gestión de la sala proporcionó mascarillas FFP2 a sus teleoperadores y técnicos de emergencia, han explicado este sábado en un comunicado.
Este material fue proporcionado para «seguir las indicaciones de prevención de riesgos laborales» ante la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus. Sin embargo, esta asociación asegura que la FPUS obligó a los trabajadores a sacársela y a los que no la tenían puesta «se les prohibió ponerla».
Ante los hechos, esta agrupación cree que los trabajadores de una empresa externa que no pertenecen al FPUS ni a la Administración pública «no pueden verse coartados por la FPUS». Y es que además, esta orden «pone en riesgo la seguridad» de los empleados y «agrava la situación en la que se encuentran los locutores y teleoperadores» que «no pueden adoptar el distanciamiento interpersonal recomendado ni disponer de suficientes medidas de limpieza y desinfección de equipos, espacios compartidos y EPIs básicos».
A juicio de esta entidad, una vez que la FPUS asumió el reparto de material para todos, siguen existiendo «carencias básicas, como guantes de varias tallas, máscarillas o problemas con el servicio de limpieza que no es capaz de desinfectar todos los puestos de trabajo».
Por todo esto, la asociación solicita que «se pidan disculpas» a los trabajadores y que si desde la Fundación quieren «influir, decidir y organizar las cuestiones en materia de prevención» deben primero «asumir por completo el servicio y su personal».