La Ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha afirmado este jueves que confía en que los alumnos puedan regresar a los centros este curso, aunque «solo sea quince días». A pesar de ello, ha advertido de la posibilidad de que la suspensión de las clases presenciales debido a la alerta sanitaria puede prolongarse hasta «mayo o junio», un escenario para el que ya se prepara tanto el Gobierno central como las comunidades autónomas.
«Tenemos esperanza y confianza en el hecho de que los alumnos puedan al menos regresar presencialmente 15 o 20 días, algo que puede producirse en mayo o en junio», ha asegurado la ministra en una entrevista a TVE recogida por Europa Press.
Galicia es una de las comunidades más afectadas en caso de producirse esta posibilidad, ante los problemas que provocan tanto la dispersión geográfica y la falta de conectividad de algunas zonas para que los alumnos puedan acceder con garantías a la formación en línea en condiciones de igualdad, sobre todo en el rural.
La Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional trabaja de la mano de la Amtega para solucionar estas dificultades , aunque la titular educativa, Carmen Pomar, trasladó este miércoles una demanda en firme y explícita al Ministerio para que articule un plan con recursos que permitan paliar esta situación.
Esta petición, trasladada este miércoles a la ministra Isabel Celaá durante la reunión telemática de la Sectorial de Educación, también ha sido secundada por territorios con condiciones similares, como Asturias o Cantabria.
Este miércoles, la ministra Celaá y los consejeros autonómicos de Educación acordaron a su vez un nuevo calendario para la celebración de las pruebas de selectividad, entre el 22 de junio y el 10 de julio, y pasaron la convocatoria extraordinaria al mes de septiembre,
Celaá ha afirmado en la entrevista a TVE que estas fechas son las «recomendables» y espera que la EvAU (en Galicia ABAU) pueda celebrarse en «circunstancias normales».
Toda la actividad docente presencial está interrumpida en España desde el pasado 16 de marzo, tras decretarse el estado de alarma, aunque algunas comunidades como Madrid o La Rioja impusieron esta medida en sus centros educativos días antes. En total, unos diez millones de estudiantes de todas las etapas educativas siguen actualmente su curso académico a distancia.
«NINGÚN ALUMNO PERDERÁ EL CURSO»
También este jueves, en una entrevista a Onda Cero recogida por Europa Press, Celaá ha insistido en que «ningún alumno va a perder el curso por el coronavirus» y ha recordado que «en la inmensa mayoría de centros se había culminado el segundo trimestre», por lo que resta organizar la última parte del calendario.
A finales de abril se celebrará una videoconferencia con las comunidades autónomas para «determinar si hay condiciones para poder seguir la vía virtual o se puede prever que haya una posibilidad de coordinar la actividad presencial».
«Los alumnos están trabajando con esperanza y aplicación y tenemos la confianza de poder regresar a las aulas, sino de una manera plena de una forma escalonada para hacer un repaso general», ha indicado Celaá en la entrevista a Onda Cero.
«Mantenemos la confianza abierta de poder atender alumnos de manera presencial en el último trimestre, aunque fuera quince días, para hacer un repaso presencial de aquellos contenidos que han sido estudiados bien por vía telemática o los de los dos primeros trimestres», ha añadido la titular de Educación.
Asimismo, Celaá ha confirmado que están tratando de solucionar los problemas que puede causar la brecha digital y se «trabaja en la identificación de aquellos alumnos que, por las circunstancias de distinta naturaleza, no estuvieran conectados con el profesorado».
REDUCIR LA TENSIÓN
Sobre la Formación Profesional, sostiene que «los alumnos van a ser examinados exactamente igual que los de Bachillerato, es decir, terminaran sus cursos en la misma fecha», para que aquellos que lo deseen se puedan presentar también a las pruebas de la EBAU.
Celaá ha hecho hincapié, no obstante, en la necesidad de reducir la tensión de los estudiantes de último curso de Bachillerato ante las pruebas de acceso a la universidad. «Hay que rebajar la tensión de estos alumnos, hay que buscar el equilibro» y garantizar «que van a tener condiciones justas en su examen para la universidad», ha indicado la ministra.