Unas 400 mujeres se han manifestado este miércoles ante el edificio de la Xunta de San Caetano, en Santiago, para denunciar las «condiciones de semiesclavitud» que soportan las mujeres que se dedican a los cuidados en el ámbito profesional.
La secretaria de las mujeres de la CIG, Margarida Corral, ha explicado en declaraciones a Europa Press que existe una situación de «precariedad» que sufren las trabajadoras de ayuda en el hogar, las educadoras infantiles, las gerocultoras o las acompañantes de personas dependientes, entre otras profesiones del mismo ámbito.
Por este motivo, cientos de personas han salido este miércoles a las calles de la capital gallega para reclamar «visibilidad» y mejorar las condiciones de estos oficios en Galicia.
Esta protesta se ha producido después del sexto Encuentro Nacional de Mujeres Delegadas de la CIG en Santiago, donde se han concluido las principales reclamaciones que se trasladarán al próximo gobierno de la Xunta de Galicia, tras las elecciones del 5 de abril.
El sindicato ha intentado «escuchar experiencias personales» para «poner cara» a la precariedad. Todos estos trabajos son desarrollados «mayoritariamente por mujeres», un escenario que se extrapola del ámbito familiar –donde el rol de cuidados lo desempeñan exclusivamente ellas en más del 80% de los casos– al mercado laboral.
INVISIBLES Y PRECARIAS
La CIG asegura que se trata de una «profesión desvalorizada», «invisible» y «precaria» que se realiza en «mayor medida» desde los «servicios privados» como Centros de Día, residencias de mayores, de atención a personas dependientes o guarderías.
En este sentido, Corral ha criticado que en casos como las empresas de ayuda a domicilio, las compañías «ofertan servicios por un valor muy bajo a costa de precarizar la vida las trabajadoras». Ellas «se enfrentan a la falta de medios» para, por ejemplo, movilizar a personas dependientes o desempeñar tareas que no les corresponden dentro de su trabajo y que no son remuneradas, como la limpieza del hogar.
Culpan al «Gobierno del PP» de la Xunta de Galicia de haber «privatizado» los cuidados y ahora exigen que estas cuestiones «formen parte de la red de servicios públicos». Pretenden «movilizar a las mujeres que trabajan en este sector» en los próximos meses y revertir esta «situación de precariedad» para que empiecen a trabajar «en condiciones» acordes a «la importancia que tienen estos servicios en la vida de las personas».
«SIN CUIDADOS NO HAY VIDA»
La secretaria de mujeres de la CIG apunta también a «colectivizar» la «responsabilidad» y que, al margen de los servicios públicos, toda la sociedad se «involucre individualmente» en esta causa, ya que «el trabajo de estas mujeres permiten que el resto de la sociedad se dedique a otras labores».
De esta manera, el sindicato se posiciona en el mismo plano que las feministas Galegas 8M, que el próximo domingo reivindicarán de nuevo que «sin cuidados no hay vida» en las manifestaciones que se celebrarán por de todo el territorio gallego con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.