La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo ha condenado a 21 años y nueve meses de cárcel a un hombre, L.M.S.V, que en marzo de 2018 intentó asesinar a su expareja y al hijo de la mujer en Foz (Lugo). Además, ha sido sentenciado a la prohibición de residir o acudir a la localidad lucense, según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
El imputado, según consta en la sentencia, «no aceptaba la separación» de su compañera sentimental y «con ánimo de acabar con su vida y la de su hijo menor de edad», accedió al domicilio de Foz en el que residían.
Una vez allí, abrió las bombonas de gas butano y los cuatro fogones de la cocina, el calentador y la estufa de gas, «con conocimiento y con voluntad de que con su actuación les produciría la muerte cuando llegasen a la vivienda».
El tribunal destaca que el sospechoso no consiguió su propósito porque cuando su expareja llegó al inmueble percibió el fuerte olor a gas, por lo que «no accionó la llave de la luz ni encendió el cigarrillo que tenía por costumbre al entrar en la cocina».
Ese día el menor no se encontraba en la vivienda porque se había quedado con sus abuelos. El tribunal, además de las penas de prisión, ha prohibido al sospechoso comunicarse y aproximarse a su exnovia durante 18 años y, al hijo de la mujer, durante 9 años.
CONDENA TAMBIÉN POR ROBO
Además de por dos intentos de asesinato, el hombre ha sido sentenciado como autor de un delito de robo con fuerza en casa habitada, daños y quebrantamiento de condena.
Los magistrados consideran acreditado que el acusado se apoderó y rompió diversos objetos del interior del domicilio de su expareja. Entre los daños que causó figuran la fractura de un televisor y el cristal de una foto de su expareja, de la que tenía órdenes de alejamiento.
NEGÓ LOS HECHOS
En el juicio, el hombre ha negado los delitos por los que la Fiscalía y la acusación particular solicitaron 30 años de prisión. En su declaración, sostuvo que mantenía con la mujer una «relación tóxica» marcada por el consumo de «alcohol y cocaína».
En todo momento rebatió que entrara en la casa de la víctima, que robara y que abriera el gas para provocar la muerte de la mujer y de un hijo de la misma, al que confesó que quería «más» que a algunos miembros de su familia.