El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha presidido este miércoles el acto simbólico de colocación de la primera piedra de la reforma de Porta do Sol, una actuación que ha calificado como «la obra civil más importante que se hizo nunca en la ciudad», y que será financiada con 17 millones de euros de fondos europeos.

La reforma, que se ejecutará a lo largo de dos años, incluye el soterramiento del tráfico a través de un túnel que discurrirá desde Policarpo Sanz hasta Elduayen, y prevé la humanización de una «gran plaza», con nuevo mobiliario urbano, elementos ornamentales y «una zona verde importante». Asimismo, se instalarán elementos mecánicos para facilitar el acceso desde Carral.

Con esta obra, ha proclamado Abel Caballero, se resuelve una «laguna histórica» como es la ausencia de una gran plaza peatonal en el centro de Vigo, que se convertirá en lugar de reunión y celebración de eventos, y que permitirá poner en valor la arquitectura del entorno.

Según el alcalde, el gobierno municipal ha dedicado «años» a diseñar esta actuación y lo ha pensado «mucho», aunque ha asegurado que la «unanimidad» de la ciudad es «total» en torno a la obra.

No obstante, ha admitido que «siempre hay uno, que está con el PP, y está en contra», en alusión a las críticas del colectivo Vigo Histórico, que defiende una peatonalización sin túnel, por considerar que no se han evaluado los riesgos de esa obra subterránea.