Los padres de los alumnos del colegio de Sarria que esta semana no han enviado a sus hijos al centro por las obras que se están realizando en él han asegurado que confían en que la próxima semana puedan retomar las clases en las instalaciones alternativas propuestas por la Xunta.

Este viernes se han repetido las cifras de asistencia a las aulas del colegio Frei Luis de Granada de Sarria, que solo ha contado con 30 de sus 367 alumnos. El motivo son las obras que se están llevando a cabo en el centro y que, según los padres, hacen inseguras las aulas.

Este jueves, la conselleira de Educación, Carmen Pomar, les ofreció la posibilidad de retomar las clases en la Escuela Hogar, una parte del centro no afectada por la intervención, en lugar de ubicarlos en otros colegios de Sarria. Esta es para los padres, en voz de uno de ellos, Javier Pico, la opción «menos mala».

Según ha explicado Javier Pico, los padres están ahora «pendientes» de que la consellería les de una «fecha» para retomar las clases, aunque aguardan que «sea a la mayor brevedad posible, porque los niños han perdido una semana de colegio».

Con ello, confían en que «la próxima semana» se pueda llevar ya a los pequeños al nuevo recinto propuesto por la Xunta en tanto no concluyen las obras.

Este padre ha destacado que el ofrecimiento de la Xunta se produce porque el Frei Luis de Granada «no es un centro seguro», algo para lo que se remite a un informe de la empresa que lleva los trabajos, que advierte del riesgo de «caída de ventanas» y de «cascotes» de la fachada. «Es lo que hemos intentado los padres explicarles a la Xunta desde el viernes pasado, que tomaran medidas, pero ya», ha zanjado.